Las delegaciones de Santos y Palmeiras llegaron la tarde de este sábado al legendario Maracaná, en el caluroso Rio de Janeiro, para disputar la final brasileña de la Copa Libertadores-2020.
Los dos buses negros que transportaban a lo jugadores, cuerpo técnico y directivos del Santos llegaron al estadio, para el duelo definitivo del torneo americano, que empezará a las 3:00 p.m.
Los vehículos que movilizaron al Palmeiras arribaron quince minutos después, en medio de un fuerte sol que ha calentado a Rio en los últimos días, con temperaturas que han llegado a 40 grados en algunos sectores de la ciudad.
Los buses fueron escoltados por la policía hasta llegar al templo futbolístico, donde no se permitirá la entrada al público.
Ambos elencos fueron despedidos por decenas de hinchas que se reunieron en los hoteles donde los clubes se hospedaron, en la Barra da Tijuca, una exclusiva zona de Rio de Janeiro.
Muchos de los aficionados no portaban máscaras ni respetaron las medidas de distanciamiento contra el covid-19, que ha dejado más de 222.000 muertos en Brasil, según se constataba en las transmisiones de televisión.
La de Santos-Palmeiras será la tercera final brasileña en la historia de la Libertadores.
La primera fue en 2005, cuando Sao Paulo derrotó a Athletico Paranaense. Un año después, en 2006, Internacional venció a los paulistas.
Esta vez, el Peixe buscará convertirse en el primer brasileño tetracampeón de la Copa, tras los triunfos en 1962, 1963 y 2011.
El Verdao, en tanto, apunta a revalidar el título que alzó en 1999.