A William Tesillo la tranquilidad le va llegando poco a poco, a medida que pasan los días y que la enorme herida que le dejó el fallar un penal en la Copa América, va cicatrizando.
El defensa barranquillero ha pasado por días muy difíciles después de ese 28 de junio cuando en el Arena Corinthians su penal, el quinto de Colombia ante Chile y en el que estaba en juego el paso a semifinales de la Copa, se fue por un lado del arco de Gabriel Arias.
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Ese día el combinado nacional cayó 5-4 y Tesillo, además de fallar su cobro, también perdió la tranquilidad por las amenazas que le llegaron a través de redes sociales.
Mientras los otros jugadores de la Selección comenzaban en diferentes partes del mundo sus vacaciones, Tesillo iniciaba su calvario.
Por esa razón el consejo de las autoridades fue de “encierro total”, más que todo por precaución, a la espera de las investigaciones sobre el caso.
Hoy Tesillo, ya en plena pretemporada con el León, está más tranquilo y deseoso de una revancha en el combinado nacional.
Desde México atendió a El País para hablar del duro momento posterior a la Copa América.
¿Cómo han sido los días posteriores a la eliminación en Copa América?
Mucho más tranquilo ahora, confiando en Dios porque todo se lo dejo a él. Agradecido a la vez con mucha gente que me ha escrito, siempre apoyándome.
¿Han sido los días más difíciles para usted?
Sí, después del penal me pasé dos días pensando en lo que pudo ser y no fue. Pasaron muchas cosas por mi cabeza, el error que nunca falta en un deporte... en el fútbol hay aciertos y errores que se deben asumir; todas las críticas las acepto. Si uno juega bien lo aplauden, si te va mal te cuestionan todo... eso siempre lo tomo para crecer. Lo otro, lo de las amenazas va más allá del fútbol; yo soy padre de familia, esposo, hijo... hay personas que sufren, no solo yo; mis hijos no entienden esa parte porque están pequeños, quieren salir al parque a jugar, pero por las circunstancias no se podía. Eso se me sale de las manos, por eso dejé todo en manos de Dios.
¿No salió un solo día?
Estuve en Armenia porque mi esposa es de allá, pero me recomendaron estar en la casa por precaución, no salir con los niños porque uno no sabe lo que puede pasar. La idea era llegar a Armenia y después ir a Barranquilla donde está mi papá, pero por la situación no se pudo.
De su casa al aeropuerto para viajar a México, ¿le tocó ir con escolta?
Sí, pero más por precaución porque uno no debe confiarse. Sin embargo, el paso de los días me ha dado más tranquilidad, lo mismo que el estar con mi familia.
¿Qué se siente antes de cobrar un penal decisivo? ¿Qué pasa por la cabeza de un jugador cuando se va caminando hasta el punto blanco?
Todos los jugadores sentimos nerviosismo en esos momentos y es parte del fútbol; si no es así, no podríamos sentir esta profesión. Uno entrena los penales, pero en milésimas de segundos se tienen que tomar decisiones. A veces se acierta, en otras no. Uno confía en hacer el gol porque nadie quiere perder. Pero el nerviosismo a la hora de un cobro de esos siempre va a estar.
Ese día ante Chile, ¿el técnico preguntó quiénes se sentían mejor o los jugadores levantaron la mano pidendo cobrar?
Hay un acuerdo mutuo. Igualmente el profe escoge y ya uno toma la decisión si lo patea o no. Hay una responsabilidad de cada jugador; todos queríamos patear, pero infortunadamente me tocó errarlo a mí. Lo habíamos entrenado durante la semana, el profe tomó la decisión y nosotros simplemente asumimos la responsabilidad de patearlo.
Muchos dijeron que usted no era especialista en penales...
En México con mi equipo (León) llegamos a unos cuartos de final y a tres semifinales y me tocó patear tres penales y los tres los hice. En Santa Fe cobré dos, en Quindío, también. A mí me gusta cobrar penales, los he entrenado, pero en el momento de cobrar solo Dios sabe si lo va a hacer o no. Uno trabaja para hacer las cosas bien.
¿Qué pasó luego en el camerino?
El profe dijo que todos ganábamos y todos perdíamos; el grupo estuvo conmigo, cuando se pierde hay mucho compañerismo, mucha familia.
De todas las llamadas que recibió, ¿alguna le sorprendió?
De verdad fueron muchas las llamadas que recibí. El presidente del Grupo Pachuca y el presidente del León me llamaron, me mandaron el avión privado para viajar a México con mi familia.
Me llamó el presidente Iván Duque, el profe Queiroz, el presidente de la Federación... muchas llamadas que me fortalecieron y me dieron a entender que tenía respaldo; además recibí mensajes a través de redes sociales en los que me decían que esto no acababa aquí, que había que continuar.
¿Espera una revancha en la Selección?
Primero debo hacer méritos en mi club; la liga mexicana comienza la próxima semana, debo hacer las cosas bien porque yo siempre quiero estar en la Selección por el orgullo que significa vestir esa camiseta; si hago un buen torneo, Dios quiera se me abra de nuevo las puertas de la Selección.
Y si se presentara una nueva oportunidad, ¿volvería a cobrar un penal?
Si el profe lo decide no habría ningún problema de volverlo a intentar.
Datos
Nueve partidos, entre oficiales y amistosos, suma William Tesillo con la Selección Colombia.
El defensa barranquillero tiene un gol con el equipo nacional, el anotado a Panamá en Bogotá previo a la Copa América de Brasil.
Con el León de México, al que llegó el año pasado, ya tiene 38 partidos y dos goles. Antes jugó en Quindío, Junior y Santa Fe.