La investigación sobre las condiciones de la venta del AC Milán en 2022, que arrancó ayer martes 12 de marzo, es un nuevo caso que añadir a una larga lista de clubes italianos vigilados por las autoridades debido a sospechosas operaciones financieras.
Las redadas de la policía en locales de clubes italianos se han convertido en habituales durante las últimas temporadas. Todavía resuena el eco del gran escándalo que implicó a la Juventus de Turín, sobre bonus y controvertidos beneficios vinculados a traspasos de jugadores en el fútbol profesional.
El registro efectuado el martes en la sede de Milán, en las cercanías del emblemático estadio de San Siro, apunta al actual director general Giorgo Furlani y a su predecesor, Ivan Gazidis.
El AC Milán, como club, no está en el radar de los fiscales de la capital económica italiana. Estos últimos examinan la venta del club, siete veces campeón de la Liga de Campeones, por el fondo de inversión estadounidense Elliott Management a otro fondo del mismo país, RedBird, por 1.200 millones de euros (1.311 millones de dólares) en 2022.
Los magistrados no solamente enviaron a la policía financiera a buscar documentos a la sede del club, sino también a los domicilios de Gazidis y Furlani.
Los dos hombres son sospechosos de haber contribuido a esconder al órgano de control de la Federación Italiana de Fútbol, el COVISOC, que Elliott conservaba el control del Milán pese a su venta a RedBird.
Elliott adquirió el Milán en 2018, cuando el hombre de negocios chino Li Yonghong no pudo devolver un préstamo contraído al comprar el club en 2017 a la sociedad financiera Fininvest de Silvio Berlusconi.
“Las acusaciones son falsas”, reaccionó Elliott el martes. “El AC Milán fue vendido a RedBird el 31 de agosto de 2022. A partir de esa fecha, los fondos Elliott no tienen ninguna participación ni control sobre el AC Milán”.
En el momento de la venta, una fuente indicó a la AFP que RedBird había adquirido el 99,9% de las acciones del club, y que Elliott ya no poseía ningún capital ni en el Milan ni en los fondos de RedBird.
En un comunicado transmitido el miércoles a la AFP, RedBird precisa que la parte del capital que no controla, es decir un 0,07%, pertenece “a accionistas individuales italianos hinchas del club desde hace mucho tiempo”.
“La idea de que RedBird no tenga el control del AC Milan es totalmente falsa”, asegura el fondo.
Para financiar la venta a RedBird, Elliott acordó una “financiación del vendedor” a su homólogo estadounidense, una práctica habitual en las transacciones de capitales que permite al vendedor acordar con el comprador un crédito sobre una parte del precio de compra, en este caso por un montante de 550 millones de euros con una tasa de interés del 7%.
*Información de AFP