La final de la Copa Libertadores disputada el pasado sábado entre Fluminense y Boca Juniors no solo dejó el título por primera vez para la escuadra brasileña, sino que además entregó hechos insólitos como fue la expulsión del lateral colombiano Frank Fabra, cuando transcurría el extratiempo, en el estadio Maracaná de Rio de Janeiro.
Sin embargo, en el último tramo definitivo del cotejo, el árbitro del compromiso, el colombiano Wilmar Roldán, expulsó a un jugador de cada ambos que terminaron con diez hombres en el campo de juego.
El partido de la final estuvo inmersa en un fútbol que tuvo mucha fricción. Hubo once tarjetas: nueve amarillas y dos rojas. Esta fue una de las muestras de que el juego fuerte apareció en plana final de la Libertadores. El árbitro colombiano del juego, Wilmar Roldán, quien tuvo un alto rendimiento en sus decisiones, no dudó en expulsar del juego al brasilero Kennedy y al colombiano Fabra.
El jugador de Boca Juniors vio la tarjeta roja a los 105+7 durante el alargue. Fabra protestó una posible mano penal, pero el árbitro Roldán acertó en no sancionarla, sin embargo el VAR revisó la acción pero se encontró con la agresión de Fabra.
El colombiano en medio del borbollón de los jugadores de Fluminense y Boca Juniors, que alegaban el posible penal, fue empujado y no le gustó. Su reacción no se hizo esperar y le lanzó una cachetada al capitán del Flu, Nino, este se tiró al piso y Roldán le sacó amarilla a Frank.
Sin embargo, minutos antes había sido expulsado el autor del gol del título de Fluminense, John Kennedy, quien no pudo disfrutar mucho tiempo su anotación.
La tarjeta roja de Fabra fue celebrada por Nino al final del juego, indicando que esa situación sirvió para igualar las acciones en cuanto al número de hombres en el campo.
“El juego suele tener aspectos impredecibles. Logramos marcar el gol en la prórroga, John Kennedy fue expulsado, gracias a Dios el tipo me dio una bofetada y también fue expulsado. Celebré mucho. Sabíamos que necesitábamos ser fuertes mentalmente para superar estos momentos de la mejor manera posible”, comentó el capitán del ‘Flu’ durante la celebración del título.
La expulsión de Fabra fue catalogada como irresponsable por la prensa argentina, que no dudó en criticarlo por su actuación y lo calificaron con un pobre nota en el balance general del juego.
“Es muy especial para mí. Fueron tres semanas de dudas sobre si podría estar en el campo. Intentamos planificar un calendario para que pudiera jugar al menos 45 minutos antes de la final, pero no pudimos. Entré al campo con dudas sobre el ritmo de juego, solo tuve una semana para entrenar. Logré jugar el partido hasta la prórroga”, finalizó Nino, quien estuvo en una recuperación especial para llegar en plenitud de condiciones a la final.
Fluminense, la obra maestra de Fernando Diniz
Cuando Diniz, un psicólogo de la Universidad de San Marcos en Sao Paulo, tomó las riendas del Fluzão en mayo de 2022, por aquel entonces en la decimoquinta posición en el Campeonato Brasileño, ya tenía claro a dónde apuntaba y qué piezas requería para construir su juego.
No tardó mucho en instalar en la mente de sus jugadores el chip con el que pretendía patear el tablero en Brasil: vocación ofensiva sin tregua, posesión del balón con intención y -lo más revolucionario- libertad de acción sin posiciones tácticas fijas.
Para los pragmáticos del fútbol en Brasil esa filosofía era casi una herejía en los tiempos modernos, pero Diniz no se rindió y redobló la apuesta: recurrió a la psicología para acercarse a sus jugadores, creando vínculos afectivos que trascendieron el campo de juego.