Desde tiempo atrás y recientemente, el fútbol ha perdido el norte. La violencia, un mal que está ligado a la práctica, se ha hecho más presente con casos puntuales; uno de los más recientes, el del Atanasio Girardot, donde la barra popular, Los del Sur, hicieron una protesta vandálica en contra de los directivos con los que no están de acuerdo en algunas decisiones.

Previamente, es recordado el caso de Daniel Cataño, donde un hincha del Deportes Tolima ingresó al estadio Manuel Murillo Toro para propiciarle un golpe por la espalada al jugador. Este hecho desencadenó en el que el jugador de Millonarios le respondiera y ambos fueran requeridos por la Policía Nacional.

Así como estos, otros sucesos se presentaron en Bucaramanga y Manizales, donde hubo ingreso a la grama por parte de los hinchas, agresiones a buses donde los equipos se transportaba, junto a otros hechos que empezaron a manchar el fútbol colombiano durante el último tiempo.

En la foto: Hinchada Atlético Nacional.

Dimayor, como ente rector del balompié nacional, en días pasados dijo que era momento del regreso de las vallas a los estadios, la propuesta que fue aplaudida por algunos, también tuvo reproches por parte de varias ciudades, entre ellas Cali y Medellín, que aseguraban sería un retroceso para el deporte.

Bogotá, como capital del país, diseñó entonces un plan para individualizar a los violentos, poder darles captura y terminar erradicándolos de El Campín. Esta propuesta fue empleada durante el clásico capitalino del más reciente domingo (7 de mayo), entre Millonarios e Independiente Santa Fe, donde hubo dos personas capturadas.

Según el reporte del secretario de Gobierno de Bogotá, Felipe Jiménez Ángel: “@PoliciaBogota acaba de trasladar a 2 personas a la Inspectora de Policía en El Campín. Hubo actos de violencia física y fueron detenidos. Estas dos personas se les va a restringir el ingreso al estadio hasta por 5 años”.

En la previa del juego entre los dos equipos bogotanos, el funcionario había anticipado: “Tendremos una logística de seguridad muy robusta para evitar cualquier acción violenta, pero sobre todo para promover todas las acciones de convivencia y paz al interior y en los alrededores del estadio El Campín”.

Captura a hinchas de Millonarios a las afueras del estadio. | Foto: Captura de pantalla: @felipeangell

Por otra parte, también había explicado detalladamente las sanciones que podrían recaerles: “Quienes comentan estos actos serán sancionados así: 1. Ingreso con armas, artefactos que pongan en riesgo el espectáculo o invasión a la cancha, multa hasta por $10 millones y hasta 3 años sin ingresar a los estadios”.

De manera enfática en un segundo mensaje a través de Twitter, Jiménez explicó cuáles serían las sanciones más duras: “2. Agresión física podrá pagar hasta $100 millones en multas y no podrá entrar a los estadios hasta por 5 años. Así fortaleceremos el respeto y la alegría del fútbol. ¡No queremos más violentos en los estadios!”.

A las afueras del estadio, en la noche del domingo 7 de mayo hubo otro caso, este tampoco quedó impune: “También individualizamos a cuatro personas que tiraron pólvora a las afueras del estadio sin tener permisos. Por arriesgar la integridad de los asistentes al estadio afrontarán unas multas de 5 millones. La individualización es el camino para garantizar la convivencia en el fútbol”.

Aunque es la primera vez que este plan se puso en marcha, fue el inicio de una serie de acciones que pretende establecer el gobierno local de Bogotá. Además, se espera que haya apoyo por parte de la Dimayor para la olvidada carnetización de los aficionados, que en su momento tenía la intención de saber quiénes eran los visitantes a los estadios y tener sus datos en caso de violencia al interior de los mismos.

Barra popular de Millonarios vs. Santa Fe. | Foto: @felipeangell