Gratas sorpresas trajo el 2018 para Johana Viveros. Fue la deportista más galardonada del Mundial de patinaje de Holanda y además tuvo actuaciones sobresalientes en los Juegos Centroamericanos y Suramericanos.

Muchos de esos logros llegaron de forma inesperada, porque en sus planes no estaba siquiera ser parte de las seleccionadas a participar en Barranquilla, en la cita centroamericana.

“Me tomó por sorpresa, cuando llegué del Mundial, donde gané tres oros, me avisaron que iba a Barranquilla”, cuenta esta caleña de 24 años.
Tal y como se esperaba, Johana no defraudó en la ‘Arenosa’. Se llevó tres oros.

Por eso, no duda en afirmar que el año pasado fue el mejor de su carrera profesional. Sin embargo, trabaja para que el éxito sea su constante por muchas temporadas más.

Hace 14 años decidió que su vida iba a estar ligada a las cuatro ruedas de sus patines. No obstante, esa no es su única ocupación, pues actualmente adelanta la carrera de Administración Deportiva en modalidad virtual.

Johana, de sonrisa fácil, tiene claras dos cosas: que el éxito actual no es garantía de las satisfacciones futuras y que detrás del mismo hay mucho trabajo. No solo de ella, sino de quienes la rodean.

A propósito del Día Internacional de la Mujer, El País charla con una triple campeona mundial.

¿Cómo vivió ese frenético 2018, con grandes actuaciones en las justas en que participó?
Eso no te lo pronosticas, sino que entrenas y trabajas obviamente para poder clasificar a la Selección y tener buenas actuaciones. Muy contenta de que se haya podido dar.

El 2018 dejó el listón alto, ¿qué espera de este 2019?
En 2019 espero clasificar de nuevo a la Selección, ir a los Panamericanos, al Mundial y ratificar los títulos obtenidos el año pasado. Cada año es diferente, por eso seguimos trabajando.

Usted ha dicho que su madre, Martha, ha sido el pilar de su carrera, ¿Dónde ha sido más notorio su apoyo?
A mi mamá no la van a ver en la pista, no la van a ver mirándome en una carrera, pero ella me apoya desde pequeña, siempre ha sido esa persona que te dice “sigue, levántate, sí se puede, no hay limitaciones”. Ella siempre fue la que me motivó a seguir luchando por lo que quería.

¿Cuál ha sido el traspié más doloroso de su carrera?
Fue triste para mí en los Panamericanos de 2015, porque me seleccionaron y en la única prueba que corrí me fracturé el codo. Fue muy triste porque había trabajado durante tres meses. Sin embargo, seguí entrenando porque debía llegar al Mundial y ahí gané.

¿Se animaría con el patinaje sobre el hielo, como lo han hecho Laura Gómez y Pedro Causil, para llegar a unos Juegos Olímpicos de Invierno?
Lo probé una vez y me gustó. Es un sueño, pero es muy difícil lograrlo. Tendría que irme a otro país y correr con los costos de indumentaria para probar en un deporte que no conozco mucho. Es un sueño que se puede lograr, pero se necesitan muy buenos patrocinadores para poder clasificar a los Olímpicos. 

Es un buen indicio que el patinaje de carreras haya estado en los JJOO de la Juventud de Buenos Aires...
Sí, es una gran puerta y una ilusión para todos los que soñamos con que nuestro deporte sea olímpico algún día.

¿Es más difícil ser patinadora que patinador?
Yo pienso que no. Es lo mismo. Trabajas día a día al lado de ellos. Lo único es que se separa por damas y varones. Quizás la intensidad y el kilometraje cambian.

¿En los 14 años que lleva patinando, ha vivido algún tipo de discriminación?
Digamos que en algunas cosas se siente. En ocasiones las mujeres podemos ganarles a los hombres, entonces ellos sienten que si no nos superan en la pista, son menos capaces. Eso es incómodo porque no nos consideran rivales.

¿Qué opina de las denuncias de acoso sexual y laboral en el fútbol femenino colombiano?
Estuve leyendo un poco. Sé que eso viene de hace rato, desde el Mundial 2015, que no les dieron su premio. Eso viene sucediendo y ojalá todo se solucione en favor de las chicas, porque son unas guerreras, que son de admirar. Han abierto una puerta en el fútbol que no debe cerrarse.

¿En patinaje ha vivido algo parecido a lo que ellas denuncian?
No.

De pronto en el caso del patinaje la discriminación la puedan vivir los hombres, porque se tiende a creer que es un deporte femenino...
Mucha gente lo piensa, pero cuando ven las pruebas de los hombres y denotan su esfuerzo, su percepción cambia. “Wow, estos chicos sí se esfuerzan”, suelen decir. Por ejemplo, con el tema de las licras, los hombres se las ponen más largas, para que no los vayan a discriminar.

¿En el patinaje se puede hablar de desigualdad salarial?
En mi caso no. En otros ámbitos laborales sí he sabido que es así, varias chicas me lo han comentado.

¿Fue difícil regresar a estudiar después de tanto tiempo?
Al principio me tocó tomar tutorías con profesores en particular para recordar aquello que había dejado de practicar, pero hasta ahora me ha ido bien.

Hoy se conmemora el Día Internacional de la Mujer, ¿qué tanto cree que se haya avanzado en la protección de sus derechos?
Se ha avanzado en que hay menos discriminación. Ya la mujer no tiene obligado ser ama de casa y ya, puede trabajar en otras cosas. Tenemos mujeres en el Congreso, el Gobierno. Para mí ese ha sido uno de los avances más importantes.

¿Cree que falta todavía?
Sí, por ejemplo en el caso del fútbol hay muchos factores involucrados. En la desigualdad salarial. Bueno, hay varios puntos en los cuales se puede avanzar.