Con 29 años de edad, el tulueño Jorge Iván Agudelo es campeón suramericano y máster en natación. Su disciplina y perseverancia lo han llevado a consolidarse como uno de los grandes de este deporte. No en vano, ha participado en escenarios mundiales como el Campeonato Panamericano Máster de Natación, en Miami (2018), y en el Fina World Masters Championships, en Corea del Sur (2019).

‘Jorge Iván del Valle’, como lo bautizaron en su época de universidad, es diseñador gráfico de profesión, pero asegura que su gran amor es la natación. En el 2019 también compitió por Colombia en el Suramericano Máster de Natación, en Asunción, Paraguay, donde se colgó dos medallas de oro en las categorías de natación carrera y campeón de aguas abiertas.

Este año, en junio, pretende sumarse al reto de los siete mares, una maratón individual de natación en aguas abiertas, que consiste en cruzar a nado cuatro canales y tres estrechos, ubicados en diferentes partes del mundo.

El desafío está en poder cruzar el Canal del Norte (Irlanda y Escocia), el Estrecho de Cook (Isla del norte y sur de Nueva Zelanda), el Canal de Molokai (Islas de O’Ahu y Molokai en Hawái), el Canal de la Mancha (Inglaterra y Francia), el Estrecho de Gibraltar (España y Marruecos), el Canal de Catalina (entre California e Isla Catalina), y el Estrecho de Tsugaru (Islas japonesas de Honshu y Hokkaido).

Con distancias que alcanzan hasta los 45 kilómetros de recorrido y con tiempos estimados de 11 a 23 horas nadando, este vallecaucano espera convertirse en el primer colombiano en alcanzar esta hazaña y en la catorceava persona del mundo en lograrlo.

Para eso, lleva meses preparándose tanto física como mentalmente junto a su entrenadora, Nora Toledano, deportista mexicana que ya completó el reto, y su entrenador habitual, Éver Collazos.

Los entrenos los ha estado realizando en aguas del lago Calima y en el mar Pacífico colombiano. Pronto viajará a San Diego (California), para seguir entrenando e iniciar el reto en la Isla de Catalina de los siete mares.

Durante el desafío, el deportista será seguido por una embarcación en la que van sus entrenadores, fisioterapeuta, capitán del barco y todo el equipo de apoyo.

Asimismo, lo supervisará un juez calificado de la Fina, quien validará o no el cruce.

Además, no podrá apoyarse sobre el suelo, ni ninguna otra plataforma. El nado debe de ser continuo y una vez inicie a nadar, no podrá hacer ningún tipo de contacto humano hasta finalizar el cruce. La hidratación y alimentación se hace desde la embarcación mediante un bastón largo que el nadador deberá alcanzar para tomar él mismo las bebidas u alimentos.

Es tanta la exigencia y complejidad del reto que, incluso en aguas que alcanzan los menos 10°C de temperatura, Agudelo no podrá hacer uso del wetsuit (traje acuático de aislamiento térmico), solo su bañador convencional y gorro. A su vez, deberá sobreponerse ante cualquier condición natural que se presente: fuertes corrientes marítimas, vientos o tormentas, aguamalas, tiburones, marea, etc.

Sumado a todo esto, para poder cruzar cualquiera de estos canales y estrechos, el nadador debe solicitar el permiso correspondiente a la Asociación de Natación de larga distancia del lugar o país que corresponda.

Nadar contra-corriente

Su carrera deportiva inició cuando tenía 4 años de edad en una escuela de fútbol, pero asegura que nunca se sintió cómodo en dicho deporte, por lo que posteriormente, y con ayuda de su mamá, ingresó a un club de natación para niños.

Actualmente, Jorge Iván acumula más de 150 medallas y espera completar este reto que es considerado como el máximo desafío de los nadadores. Esta competencia es comparada con el reto de las siete cumbres en montañismo, por el nivel de dificultad que tiene.

Su motivación y compromiso lo han llevado hasta donde se encuentra hoy, pero asegura que no ha sido un camino fácil. “Los deportistas colombianos tenemos que hacer de todo para costear nuestras competencias, porque el Gobierno nos da la espalda”.

Por otra parte, su abuela Rosita, para poder costear parte de las competencias de su nieto, emprendió la venta de cojines, hechos por ella misma. La iniciativa se volvió viral, logrando así mayor reconocimiento y ventas.

Gracias a la gran acogida que han tenido, se creó la Fundación El Taller de Rosita, donde trabajan bajo cuatro líneas de acción con las que pretenden ayudar a la comunidad: la línea educativa, la social, la ecológica y la deportiva. En esta última buscan apoyar a niños deportistas que no cuenten con los recursos para competir en escenarios nacionales e internacionales.

Jorge Iván hace parte, además, del colectivo ‘Un canto por Colombia’, donde varios artistas de la talla de Adriana Lucía, Julián Román y Carolina Guerra están también, y tienen como bandera enviar mensajes de paz.

Actualmente, este campeón suramericano no cuenta con el apoyo de Indervalle ni de Indertuluá, por lo que sus patrocinadores para el reto de los siete mares, los ha conseguido por sí mismo.

En el 2020, por causa de la pandemia, no participó en ninguna competencia, pero siempre estuvo enfocado en sus ideales, luchar a favor de las futuras generaciones de deportistas vallecaucanos y apoderarse de las aguas del mundo en este 2021.