No cabe duda que obtener el título de los Juegos Nacionales 2023 es un gran logro para el Valle del Cauca, que repite de esta manera lo logrado en las justas del 2019 y ratifica su gran momento a nivel deportivo. Con 181 medallas de oro, la delegación departamental se volvió inalcanzable en el medallero general para Antioquia y Bogotá, sus grandes rivales.
Sin embargo, en el patinaje de carreras se presentó un hecho polémico relacionado con los patinadores caleños Óscar Cobo y Sebastián Sanz, quienes denuncian que los despojaron injustamente de una medalla de oro en la prueba de eliminación de ruta de los 15.000 metros.
“Resulta que en esa prueba el juez decide aplicarnos norma indebida de equipo a falta de 500 metros para que se terminara la carrera. Esta es una norma subjetiva que tomaron de manera equivocada y sesgada, porque el juzgamiento se demoró veinte minutos para leer el resultado final, que es producto de que una sola persona vea un video oficial que no hacen público”, relató Cobo.
De acuerdo con Cobo, esta polémica decisión no solamente lo afectó a él, sino también al Valle, que por haber perdido esa medalla de oro terminó segundo en la tabla de medallería del patinaje por debajo de Bolívar, que logró una presea dorada más (8-7).
En dicha prueba, Sanz fue descalificado y Cobo relegado al tercer lugar, por lo que obtuvo una medalla de bronce. Y esto representó uno de los momentos polémicos de los Juegos, ya que el caleño decidió no colgarse en el cuello la presea obtenida en forma de protesta por la decisión que tomaron los jueces.
“Yo decido no recibir la medalla en el cuello, la recibo en la mano. Sé que muchas decisiones no pasan solo por los jueces, uno debe ser correcto. Me voy tranquilo por lo que hice, aunque triste porque eso repercutió en que me descalificaran de las otras pruebas que podía correr”.
Valle vive un extraordinario momento en materia de resultados deportivos gracias a la preparación, pasión y tenacidad de sus atletas.