Lo logró. Después de varios años de proyecto, Alberto Gamero consiguió gritar “campeón” en Bogotá frente a la hinchada de Millonarios, objetivo que perseguía desde su llegada a la institución capitalina en 2020.
No obstante, no fue tarea fácil, pues tuvo que definir la gran final ante Atlético Nacional por penaltis.
Jarlan Barrera, en una acción que conoce bien —la de botar penaltis decisivos—, les dio la ventaja a los azules para hacerse con su decimosexta consagración en ligas locales. Sin embargo, más allá de lo que se vio en la cancha, hubo un factor determinante.
Se trata de un joven recogebolas, el cual estuvo atento al lado del pórtico norte del estadio Nemesio Camacho El Campín, en el que Kevin Mier y Álvaro Montero defendieron a sus escuadras frente al punto penal.
Mier, en favor de los verdes, tenía una toalla a un costado del arco, en la que tenía anotada la información de los lados a los que cada jugador embajador acostumbraba patear en esas instancias decisivas.
Alertado por los futbolistas de su bando, el juvenil bogotano retiró el elemento con sagacidad, dejando al guardameta del onceno paisa a ciegas al momento de los penales.
“Son cosas que uno en el tiempo va aprendiendo, no sabíamos si Mier tenía información ahí, pero le dijimos al recogebolas que estuviera pendiente. Este título fue de Dios y darle las gracias a él”, dijo el mediocampista de Millonarios, Daniel Giraldo, en entrevista con Adictos al balón.
Frente a la acción del recogepelotas, algunos medios lo han llamado “el héroe sin capa” del título albiazul.
“Da mucha tristeza que se dé el calificativo de ‘héroe’ a un ‘pelao’ al que mandan a hacer una cosa incorrecta, algo indebido. Supuestamente, para mucha gente es un ‘héroe’ el ‘pelao’ recogebolas que va y le quita la toalla a Mier”, inició diciendo en su columna Palabras mayores de la emisora Antena 2.
No obstante, el comentarista comparó lo sucedido con otras acciones que se dan en el mundo del fútbol, pero indicó que fue un acto irregular. “Eso es como los que roban banderas en las tribunas, o trapos que llaman. Eso es eso, robar si hay violencia o hurtar si no hay violencia. Para mí es un hurto, se ha llevado una cosa que es ajena, que no es ni del recogebolas ni de quien lo mandó”, agregó.
Esa fue la idea en la que se plantó para explicar su posición. “Algunos lo toman como ‘chacota’, otros como folclor del fútbol. No, eso es un hurto y uno no puede poner a un muchacho a que haga eso porque le está enseñando una vía incorrecta”, siguió.
Finalmente, hizo un llamado a normalizar este tipo de episodios y, como es común en sus opiniones, involucró el tema político y social. “Sí, puede parecer eso muy conservador... Como ahora hacen un montón de cosas que los seres normales no hacíamos y ahora lo consideran todo normal. Ahora meter marihuana es normal, meter coca es normal, incluso, creo que requisito ‘sine qua non’ para ejercer algunos cargos públicos”, finalizó.
Sin embargo, a pesar de su dura crítica al tema del recogebolas, Vélez elogió el trabajo específico hecho por dos miembros del cuerpo técnico de Millonarios. Felicitó a Alejandro Correales, analista táctico, y César Castro, analista de video, de quienes indicó que hicieron una gran labor y que fueron determinantes en la preparación del campeón.