Este viernes 26 de julio se dio la esperada ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de París 2024, donde todas las delegaciones deportivas desfilaron a bordo de unos barcos durante aproximadamente seis kilómetros en el río Sena, en los que pasaron por los lugares más emblemáticos de la capital francesa.
La ceremonia de inauguración dio inicio con la canción ‘La Foule’, que es interpretada por la icónica cantante francesa Edith Piaf. El tema describe una pareja que se conoce en un baile, donde todo es fiesta, sol, alegría, música, gritos, risas y el flechazo es inmediato.
“Llevamos por la multitud que nos arrastra y nos empuja, aplastados uno al otro, formamos un solo, y la oleada sin esfuerzo, nos empuja encadenados el uno al otro, y nos deja a ambos risueños, embriagados y felices”, dice un fragmento de esta canción.
La canción ‘La Foule” (La multitud en español), junto a ‘La vie en rose‘ y ‘Non Je ne regrette rien‘, forma el trio de canciones más exitosas de Edith Piaf. Este tema, además de ser un perfecto drama, transcurre en un salón de baile y revela que un espacio pequeño puede separar a dos personas, como si flotaran en el océano.
Pese a este éxito, la canción que Edith Piaf grabó en el año 1957 es una particular versión del tema ‘Que nadie sepa mi sufrir’, que fue compuesto por los argentinos Ángel Cabral (música) y Enrique Dizeo (letra) en 1936.
Los argentinos nacidos entre finales del siglo 19 y comienzos del 20 compusieron, sin saberlo, una canción que sonaría en los Juegos Olímpicos. El tema que originalmente se inspiró como una suplica de amor y autocompasión (’que nadie sepa mi sufrir’) en Argentina, se cantó como angustia del amor en Francia, donde tuvo mayor reconocimiento para seguir siendo patrimonio de la humanidad.