Una Liga que tuvo picos muy altos, pero otros también bajos, fue la que terminó el miércoles con el título para Atlético Junior.
En el balance queda la dramática clasificación de varios equipos, entre ellos Deportivo Cali y Junior, que lograron su pase a cuadrangulares en la última jornada del todos contra todos.
Pero en la liguilla semifinal también se dieron hechos que generaron una gran expectativa, como el llamado ‘Grupo de la muerte’ que integraron en la zona B América, Nacional, Millonarios y Medellín.
Contra todos los pronósticos, fue el rojo de Antioquia el que alcanzó el boleto para la final, por encima de tres rivales que aparecían como grandes candidatos.
En el Grupo A también se dio lo mismo, debido a que Tolima comenzó cabalgando y tenía todo para ir por el título, pero en la última fecha Junior le sacó el billete del bolsillo.
El semestre castigó la irregularidad de Santa Fe, Pereira y Once Caldas, entre otros clubes, que se quedaron por fuera del grupo de los ocho.
La Liga también entregó momentos tristes, como los hechos de violencia que protagonizaron hinchas del Deportivo Cali y Atlético Nacional en diferentes compromisos, lo que hizo que ambos equipos fueran sancionados.
Toda esta variedad servirá para afianzar detalles y corregir lunares de cara a la temporada 2024.
Lo bueno
El título de Junior. El equipo ‘tiburón’ no tuvo un semestre del todo brillante, debido a que tuvo una crisis en las primeras jornadas del campeonato, que terminó en la salida del ‘Bolillo’ Gómez y la llegada de Arturo Reyes.
El equipo no mejoró inmediatamente, pero en la parte final del torneo tuvo un envión importante que les sirvió primero para clasificar a los cuadrangulares semifinales; luego alcanzar en el Grupo A al Deportes Tolima y avanzar a la final; y en el juego de vuelta de la final, el equipo parecía que ya estaba sobre la lona, pero se repuso y logró empatar la serie en los instantes finales, para lograr su décima estrella desde los lanzamientos del punto penal.
Veteranos rendidores. La Liga tuvo el decidido aporte de jugadores mayores de edad, muy cercanos al retiro.
Sin embargo ellos, con profesionalismo y respeto por los hinchas y las instituciones que defendieron, demostraron que están más vigentes que nunca. El ejemplo más claro es que la tabla de goleadores la encabezó Carlos Bacca, de 37 años, seguido de Marco Pérez, de 33.
Pero otros jugadores hicieron un buen aporte a sus clubes como Jefferson Duque, Adrián Ramos, Macalister Silva y Dayro Moreno, quien llegó a la cifra de los 217 goles y se acerca a Sergio Galván Rey (224) como el máximo goleador del FPC.
Lo malo
La pobre campaña de equipos considerados grandes como América, Deportivo Cali y Nacional, además de Millonarios que era el defensor del título. Lo sucedido con los dos oncenos vallecaucanos fue decepcionante ya que ambos terminaron últimos de sus grupos en los cuadrangulares, mientras que Nacional recibió una humillante derrota 5-0 a manos de su rival de patio que lo dejó sin opciones.
Los continuos errores en decisiones arbitrales y el VAR, que dieron espacio a muchas especulaciones, influyendo claramente en algunos partidos. En los cuadrangulares semifinales fue donde más se notó la falta de decisiones claras, y equipos como Millonarios y Deportivo Cali fueron perjudicados en partidos clave.
La caída de Águilas. El equipo paisa no fue capaz de revalidar en los cuadrangulares todo lo bueno que hizo en la primera fase del campeonato. En el todos contra todos terminó líder e hizo historia al ser el primer equipo que termina invicto después de 20 jornadas. Pero cuando llegaba como favorito para pelear título, se desplomó, haciendo una floja campaña en el Grupo A.
Lo feo
Los hechos de violencia que se presentaron en algunos estadios, como el del Deportivo Cali en dos ocasiones, y el Polideportivo Sur de Envigado para un partido entre Nacional y Medellín. Los dos hechos que se presentaron en el estadio del Cali, en Palmaseca, terminaron con agresiones a los árbitros. Muchos aficionados invadieron el terreno de juego en esos escenarios, generando pánico y zozobra en los otros asistentes que fueron a disfrutar del espectáculo deportivo.
Lamentable además que terminó el año futbolero y no hubo capturas de los responsables de esos malos comportamientos, lo que le sigue dando patente a los violentos para empañar un deporte que debe ser una verdadera fiesta.
Los reclamos en fuera de lugar de hinchas hacia directivos, técnicos y jugadores, llegando hasta el punto de la amenaza, algo inconcebible en el fútbol. Pasó en América cuando muchos hinchas pidieron la salida del técnico Lucas González; sucedió también en Nacional con el claro enfrentamiento entre una barra y directivos, y también se dio en el Cali y en otros equipos.
Los conciertos siguen perjudicando al fútbol y la realización de los compromisos del rentado nacional. Como viene sucediendo desde hace varios años, muchos partidos han sufrido reprogramaciones y cambios de sede por la realización de los diferentes espectáculos ajenos al deporte.
Las ciudades más afectadas por esto son Bogotá, Medellín y Cali, en el que los equipos y deportistas deben reprogramar su tiempo de recuperación, además del mal estado en el que quedan los campos de juego, tras la organización de este tipo de eventos.