Aún cuando el resultado fue positivo pensando en el partido de vuelta (0-1), Liverpool pasó una noche difícil en su visita al París Saint-Germain por la ida de octavos de final de la Champions League.

Los parisinos dominaron ampliamente el trámite del partido y terminaron con una posesión por encima del 70 %, además de tener 27 remates en el área rival, 10 de ellos a portería.

Liverpool, por su parte, no pudo engranar las piezas en el ataque y solo disparó una al arco defendido por Gianluigi Donnaruma: el agónico gol de Harvey Elliott.

Luis Díaz fue titular y jugó 67 minutos, sin embargo, tuvo pocos destellos de su nivel habitual y desentonó en un partido en el que ni siquiera Mohamed Salah estuvo fino ante la férrea defensa liderada por el brasileño Marquinhos y el ecuatoriano Willian Pacho.

Luis Díaz peleando una pelota contra Marquinhos | Foto: AFP or licensors

Alisson y Elliot, los héroes

Lo mejor de la noche para Liverpool había sido la actuación de Alisson Becker, que se hizo gigante ante las constantes aproximaciones del París Saint-Germain e impidió que se devolvieran a Inglaterra con goles en contra en la serie.

Bradley Barcolá, Ousmane Dembelé y Kvicha Kvaratskhelia intentaron por todos los medios romper la resistencia del portero brasileño, pero cada intento fue rechazado con atajadas de gran factura.

Alisson mantuvo el 0-0 en el marcador y permitió que Harvey Elliott entrara para decidir el partido con el único remate a puerta de los reds.

Sobre los 87 minutos, el recién ingresado recibió una pelota abierta por la derecha y definió de primera para vencer a Donnarumma.

Aún cuando el partido no fue bueno, los jugadores de Liverpool celebraron el tanto a rabiar y se sacudieron de lo que había sido un dominio aplastante del rival dirigido por Luis Enrique.

De manera inesperada, los reds sacaron adelante el resultado (0-1) y defenderán la ventaja el próximo martes en Anfield. buscando su clasificación a cuartos de final.