Independiente Santa Fe alcanzó este viernes el título de la Liga Femenina, al empatar con América 0-0 en el Pascual Guerrero en un partido vibrante, jugado ante una gran asistencia de aficionados.
El equipo bogotano aprovechó la diferencia que hizo en el partido de ida de la gran final, cuando venció 2-0 al América en El Campín, lo que le dio confianza para afrontar el compromiso de vuelta. Santa Fe se paró bien sobre su sector y le cerró espacios a las jugadoras más desequilibrantes del América.
América lo intentó de todas las maneras posibles, con balones cruzados, con remates de media distancia, con llegadas por los costados, pero nunca pudo romper la valla de Independiente Santa Fe, que hizo valer el 2-0 en el juego de la ida en El Campín, y anoche, con el 0-0 en el Pascual Guerrero, alzó por tercera vez la copa de la Liga Femenina Colombiana.
La gran virtud de las santafereñas fue defenderse con solidez. Y el gran pecado de las americanas fue no tener claridad en las acciones de riesgo. Los primeros 45 minutos fueron de total dominio para las rojas de Cali, pero no tuvieron contundencia.
Los balones aéreos y cruzados fueron una de las opciones de ataque del equipo de Carlos Hernández, en un estadio que tuvo muy buen número de aficionados en las gradas. Cuando apenas transcurrían cuatro minutos, América ya había generado dos llegadas, una mediante un cabezazo elevado y otra con un disparo que supo rechazar la arquera Yéssica Velásquez.
América seguía dominando, tenía la pelota, intentaba llegadas por los costados y Catalina Usme era quien trataba de controlar los hilos, pero el equipo carecía de claridad y el rival no daba un solo espacio en su zona. Vinieron dos acciones más de las americanas por medio de Catalina, con un cabezazo que se fue por encima del arco, y un balón cruzado que no supo conectar Gabriela Rodríguez.
En medio de la insistencias de las locales se presentó una polémica jugada. Gabriela Rodríguez hizo un disparo que rebotó en una defensa santafereña, el balón se elevó y cuando la arquera se hacía con la pelota, ella misma la introdujo. Inicialmente, la juez central dio gol, pero luego, al revisar el VAR, lo anuló porque constató que hubo un empujón contra la portera del conjunto visitante.
Para la parte complementaria, el libreto fue el mismo en el Pascual Guerrero. Ataque y ataque de las escarlatas, pero no había claridad ante la solidez de las cardenales. En un cobro de esquina, Catalina sacó un fuerte disparo que fue atajado por la arquera Velásquez.
Santa Fe seguía enclaustrado, pero no sufría, como si lo hacían las americanas en la cancha y los hinchas en las gradas, porque el tiempo pasaba y América no descontaba siquiera en el marcador global para ilusionar con el resultado necesario para el título.
Los ataques seguían y las visitantes aguantaban, con sus jugadoras bien agrupadas en la zaga. El técnico americano hizo modificaciones, pero no funcionaron, y al final sus jugadoras tuvieron que resignarse con el subtítulo, mientras las santafereñas se iban felices del Pascual.
Fue un título para Santa Fe bien trabajado, disciplinado tácticamente el equipo capitalino en todas sus líneas, defendiendo su ventaja, en tanto que al América le faltó chispa e imaginación para superar el cerrojo defensivo que montó el equipo visitante durante todo el partido. Allí estuvo la diferencia en el campo del Pascual Guerrero.
Con el de este viernes Independiente Santa Fe se convierte en el equipo más ganador de la Liga Femenina, con tres estrellas, dos de ellas ganadas al América, sumando la del 2020, en tanto que las rojas de Cali se quedan con dos títulos.