El nadador vallecaucano Luis González, a pesar de sus 88 años de edad, mantiene intactos en su memoria los recuerdos de lo que fueron los inicios de esta disciplina en el departamento. Todo un campeón.
Ya pasaron 68 años desde aquella noche en la que al nadador vallecaucano Luis González lo bautizaron el Tiburón. Su nombre se hundió en el olvido del recuerdo colectivo del deporte de nuestra región, pero contrario a lo que muchos pudieran pensar, a sus 88 años sigue más lúcido que nunca, y su memoria no se deja engañar por el paso de los años. Hace poco, en la celebración de los 75 años de la Federación Colombiana de Natación, después de tanto tiempo de olvido, recordaron que fue él quien realmente dio las primeras brazadas que de alguna manera mostraron el camino a seguir de esta disciplina en el país.Yo fui la base para que el Valle siempre ganara medallas nacionales. Nunca fui hombre que le gustara aparecer en todos lados, siempre me alejé un poco de los elogios, porque me parecen que no son tan buenos cuando son tantos, asegura el Tiburón en medio de la tranquilidad que ya le da el tener la certeza del deber cumplido en lo deportivo y su vida personal.Cuando niño, Luis, quien nació en una finca de Pradera, siempre se sintió atraído por el río Bolo que pasaba a pocos metros de la casa de sus padres. Fue en ese lugar donde comenzó a sentir amor por el agua.Todos los días iba a nadar, fue la época más feliz de mi vida, tenía un caballito que me llevaba todos los días a nadar, asegura el exdeportista, mientras en su rostro se dibuja la nostalgia por la lejanía de esos días que no volverán, pero que marcaron el rumbo de su carrera.Don Efraín y la señora Efigenia, sus padres, decidieron venir a Cali, pero la pasión no murió. Todo lo contrario, pues el pequeño pez que después sería comparado con un tiburón, encontró en el Charco del Burro (recodo natural del río Cali) y el Club Popular dos escenarios diferentes que lo harían amar más la natación.Su talento fue descubierto y los triunfos no se harían esperar. A los 11 años ganó su primer trofeo, y tanta capacidad tenía a la hora de nadar, que se daba el lujo de derrotar a los mayores.Luis se convirtió rápidamente en el mejor nadador de nuestro departamento y, posteriormente, en el mejor del país. En el agua revalidaba todo el tiempo la fama creciente que lo hacía el mejor.En los Juegos Centroamericanos de Barranquilla, en el año 1946, tenía la prueba de los 1500 metros. Cuando me tocó hacerla me enfrenté a excelentes nadadores, me concentré en ese momento y solo supe que la terminé. Cuando llegué, le pregunté a Lucy García, una amiga que estaba en el evento, que cuál había sido mi tiempo, a lo cual ella contestó: ¡Ganaste, nadaste como un tiburón!, aseguró el exnadador.Los periodistas de la época no se guardaron aquel apelativo con el cual estaban de acuerdo y a partir de ese momento nació la leyenda de la natación colombiana.Lo que vino después fue más que sobresaliente, pues dos años más tarde Luis el Tiburón González se ganó la oportunidad para participar en los Juegos Olímpicos de 1948 en Londres, Inglaterra. En aquella oportunidad, Luis entregó todo lo que lo había hecho grande en Colombia, Suramérica y toda el área panamericana, pero se quedó corto ante la preparación de los estadounidenses y europeos. En las pruebas de los 1500 y 400 metros llegó hasta semifinales.El Tiburón después de las justas retornó a Colombia y siguió su buena costumbre de ganar siempre, consolidándose como el mejor nadador del continente, para retirarse posteriormente a la edad de 24 años por considerar que ya era viejo para este deporte.Más palabras de Luis González La verdad, siento que se olvidaron demasiado de mí, pero lo más triste es que hoy mi nombre no aparece en ninguno de los establecimientos deportivos de la región. Los nombres de personas que no tuvieron nada que ver con el deporte sí ocupan un lugar, o deportistas que durante su carrera fueron mediocres. Yo estoy seguro que las piscinas Panamericanas de Cali deberían tener mi nombre. Sentí que el reconocimiento que me hizo la federación fue importante, porque de alguna manera se miró lo que hice por años en la nación del Valle, dijo.