El gobierno de Venezuela arremetió con fuerza este miércoles contra Perú tras un polémico partido de su selección de fútbol en Lima, que incluyó un altercado de la policía con los jugadores, controles migratorios en el estadio y un retraso en el vuelo de regreso por un problema con el combustible.
“La xenofobia de esa oligarquía racista de Perú ha arremetido contra nuestra noble selección nacional de fútbol”, fustigó el presidente venezolano Nicolás Maduro en relación con el empate 1-1 con el equipo peruano, el martes en Lima por el clasificatorio al Mundial-2026.
El Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, sin pelos en la lengua, atizó más la situación de su gobierno con el peruano y le dijo: “envidiosos, mezquinos, malvados”.
La relación de Maduro con Perú ha sido tensa, con un nuevo pico desde la destitución del presidente de izquierda Pedro Castillo en 2022 y el ascenso de Dina Boluarte.
El avión de la aerolínea Rutaca, responsable del traslado de la selección, partió cerca de las 3:00 de la tarde, casi cuatro horas después de la hora prevista, y el gobierno venezolano llamó a los fanáticos a recibirla en el aeropuerto.
El canciller Yván Gil, que antes tachó el retraso de “secuestro vengativo”, confirmó que el equipo estaba “emprendiendo su regreso a Caracas de manera segura” luego que el gobierno peruano ordenara suministrar combustible.
La Federación Venezolana de Fútbol (FVF) denunció al mismo tiempo que “uno de nuestros jugadores resultara lesionado por un funcionario al momento de acercarse a nuestros aficionados para entregarles una camiseta”.
Se refirió al futbolista venezolano Nahuel Ferraresi, que dijo que fue golpeado por los policías encargados de la seguridad en la cancha.
“Me pegaron dos palazos”, dijo el central del Sao Paulo brasileño, mientras mostraba vendajes en los dedos índice y anular de su mano derecha en el canal oficial de la FVF.
*Con información de AFP