Las colombianas María Lucelly Murillo y Flor Ruiz se clasificaron brillantemente para la final del lanzamiento de jabalina del Mundial de atletismo, este miércoles en Budapest.
Para acceder de manera automática a la final, sin esperar a la repesca, había que llegar a 61,50 metros, por lo que lo logró además por la vía rápida.
En las anteriores grandes citas planetarias a las que había acudido se había quedado en la ronda de clasificación, tras lesionarse justo antes de competir y afrontar la cita mermada físicamente.
Así le ocurrió en su debut mundialista, en Daegu-2011, cuando tuvo un problema en un glúteo a dos días de su participación y en los Juegos Olímpicos de Tokio en 2021, donde bajando unas escaleras hacia la pista se lesionó en un ligamento del tobillo izquierdo.
“Esta vez no me pasó nada y estoy en la final”, dijo a la AFP entre risas después de su clasificación.
Murillo no se pone límites en la final del viernes y sueña incluso con poder colgarse una medalla. “El objetivo en la final es el que todas queremos, estar en el podio, porque sé que se puede. Sé que sí, con la ayuda de Dios sé que sí, que vienen cosas buenas”, afirmó.
En el caso de Flor Ruiz (también 32 años), su pase a la final fue con una mejor distancia de 62,05 metros. “Lo importante era pasar a la final, pero lo cierto es que pensaba lanzar más lejos. Vamos a ser dos colombianas en la final, es muy bueno para nuestro país. Ahora la motivación es estar en el podio. Yo vengo bien”, confió en declaraciones a la AFP.
Flor Ruiz disputa su cuarto Mundial y en los tres anteriores no había logrado llegar a la final. Sí que lo había conseguido en los Juegos Olímpicos de Rio-2016, donde terminó en novena posición.
En el global de las competidoras, Murillo fue quinta en esta ronda y Ruiz séptima.
También se clasificó a la final la brasileña Jucilene Sales De Lima (59,76 metros). Quedó eliminada por contra en la ronda de clasificación la ecuatoriana Juleisy Angulo (55,27 metros).
Más del Mundial
Sin problemas, la puertorriqueña Jasmine Camacho-Quinn, vigente campeona olímpica, cumplió el trámite del debut y se clasificó este martes a semifinales de su prueba, los 100 metros vallas, en el Mundial de atletismo de Budapest.
Con un tiempo de 12 segundos y 50 centésimas, Camacho-Quinn fue la ganadora de la cuarta serie de la primera ronda. En el global de la ronda firmó el cuarto mejor registro. Su próxima cita es el miércoles, con las semifinales, antes de una eventual final el jueves.
“En esta ronda importa pasar a la siguiente. Ese era mi objetivo hoy, no necesito dar lo mejor de mí en la primera ronda. Sabía lo que había que hacer”, afirmó con tranquilidad. “El calor es molesto y hoy no comí desde la mañana. Mañana me hidrataré más y comeré” de cara a la semifinal, apuntó.
Camacho-Quinn había logrado el segundo mejor tiempo de la temporada antes del Mundial (12.31), solo superada por la estadounidense Nia Ali (12.30).
Ambas fueron superadas en los cronos del año por la vallista más rápida de las series mundialistas de este martes, la también estadounidense Kendra Harrison. La subcampeona olímpica paró el crono en 12.24 y se presenta también como una seria candidata al título.
Camacho-Quinn es una de las opciones de medalla más evidentes de las delegaciones latinoamericanas. La vallista nacida hace 27 años en Carolina del Sur, de padre estadounidense y madre puertorriqueña, se dio a conocer a lo grande ante el gran público en los Juegos Olímpicos de Tokio, donde se colgó la medalla de oro.
En Mundiales se colgó el bronce el año pasado en Eugene (Estados Unidos) y su misión es ahora mejorar el color del metal.
Se clasificó igualmente para semifinales la nigeriana Tobi Amusan (12.48), defensora del título mundial y que pudo estar ‘in extremis’ en Budapest, después de que la pasada semana se levantara la suspensión provisional que pesaba sobre ella por tres faltas en menos de un año sobre sus obligaciones de estar localizable para controles antidopaje.
*Con información de la AFP.