Poco del dulce ‘azucarero’ queda en el Deportivo Cali. La situación que viene teniendo en el equipo en lo deportivo, donde no marcha nada bien, se suma a lo administrativo que tampoco parece tener mejoría y además, el agravante de una posibilidad latente de descenso hace evidente una situación triste en uno de los clubes históricos del FPC.
Este viacrucis que llevan en la institución verdiblanca inició hace ya un buen tiempo, por lo menos desde mediados del 2022, cuando el proceso de Rafael Dudamel que dio la décima estrella, se acabó por los malos resultados y era insostenible la continuidad.
De ahí en adelante, la pasarela de entrenadores en busca de salvar el momento que presentaba el equipo ha sido larga, iniciando por Mayer Candelo, seguido por Jorge Luis Pinto, Jaime de la Pava y ahora, tras un nuevo fracaso, apelando a un interino como Hernando Patiño.
El exjugador, quien es ídolo del club y que estuvo apenas un par de meses al frente del Cali, en las últimas horas expuso parte del calvario que vivió mientras estuvo en el cargo. “Se te hace difícil, porque ya no eres solo en entrenador, sino que te vuelves administrativo, psicólogo y papá como para buscar una motivación”, relató.
“Por mucho que se quiera, la motivación no se encuentra. Las dificultades, las deudas y los problemas en casa de cada ser humano, no esperan”, sumó. “El jugador dice: ya no quiero jugar más, me quiero ir, el niño no puede ir al colegio, no tengo para la comida”, dijo de lo que se vive a la interna del equipo verde.
En su conversación con ‘De Taquito con Marino’, terminó contando una experiencia triste de su paso: “Cuando yo estuve allí, había un jugador que no había conocido al hijo y tenía tres meses de nacido”. “No tenía para ir a la ciudad. Entonces yo dije: si esto es una motivación para usted, tenga, vaya; le doy cuatro días de permiso; aquí está el tiquete; vaya disfrute y venga cargado del amor que le dan”, cerró