El segundo partido de los Octavos de Final de la Eurocopa 2024 entre la anfitriona Alemania y Dinamarca, disputado en el estadio Signal Iduna Park, de Dortmund, tuvo que ser detenido a los 35 minutos del primer tiempo a causa de una tormenta eléctrica que podía suponer peligro para los futbolistas.
La decisión fue tomada por el arbitro británico Michael Oliver, quien ya había sido alertado un día antes sobre el fenómeno que atraviesa la ciudad alemana de Dortmund en plena época de verano.
En un primer momento los jugadores esperaron en el campo de juego junto a los bancos de suplentes, pero el árbitro Oliver decidió mandarlos a los vestuarios.
La situación empezó a empeorarse cada vez más, ya que comenzó a granizar y las famosas ‘goteras’ que se forman en el estadio del club aleman Borussia se tornaron en tres grandes cascadas.
Como se pudo observar en la transmisión de Espn, había una fuerte caída de granizo y hasta piedras en el campo de juego. La fuerte lluvia también afectó las instalaciones del estadio, a tal punto que se formaron cataratas en las esquinas del recinto.
La Uefa emitió en las pantallas gigantes del Signal Iduna Park, un mensaje explicando que “el partido estaba interrumpido debido a las malas condiciones meteorológicas” y que “información más precisa sería comunicada rápidamente”.
Desde las cuatro esquinas del estadio caían auténticas cascadas de agua procedentes del techo del edificio, obligando a los aficionados a buscar protección en el interior del edificio. La fan-zone de Dortmund, donde personas sin entradas podían seguir el partido, fue evacuada, de acuerdo con las autoridades locales.
Tales decisiones se consideraron como lo ideal para preservar la vida tanto de los aficionados como de los futbolistas, dado que experiencias pasadas en este deporte, recuerdan que no haber prevenido esto a tiempo, dejó víctimas mortales.
Por otro lado, previo a este compromiso, el meteorólogo Jan Schenk advirtió sobre una situación de “riesgo mortal” en el oeste de Alemania, debido a la llegada de tormentas procedentes de Francia a partir de las 20.00 horas, con peligro de tornados y rachas huracanadas.
Finalmente, este segundo partido de los octavos final de la Euro pudo reanudarse debido a que la alerta de la tormenta eléctrica en Dortmund fue benévola, permitiendo que se jugara nuevamente unos cuantos minutos después.