Este miércoles - 6 de marzo - el Real Madrid ha recibido dos malas noticias previo al duelo por la vuelta de los octavos de la Uefa Champions League ante el RasenBallsport Leipzig.
A pocas horas de que de inicio al partido por el torneo continental, el equipo merengue conoció la sanción que recibió el jugador inglés Jude Bellingham tras el altercado que tuvo con el árbitro Jesús Gil Manzano en el polémico partido entre el conjunto blanco vs Valencia por LaLiga.
La roja que recibió el volante del Real Madrid le costará al inglés dos partidos de sanción, según lo ha decidido el Comité de Competición por actitudes de menosprecio o desconsideración hacia el árbitro del partido.
Tras conocerse la decisión final, el Real Madrid tiene previsto recurrir a una apelación para intentar rebajar la sanción de Jude Bellingham, que de confirmarse la sanción, se perdería los partidos ante el Celta de Vigo de este domingo 10 de marzo en el Bernabéu y el del 16 de marzo en Pamplona ante Osasuna.
La jugada polémica por la que Bellingham fue expulsado
Valencia y Real Madrid se enfrentaron por la jornada 27 de La Liga de España, en un duelo que prometía altas expectativas y goles, pero que al final le sumó una polémica arbitral.
En la última jugada del compromiso y luego de que el Real Madrid volviera a igualar el marcador tras irse abajo por 2-0, los blancos que vistieron de violeta cobraron un tiro de esquina con el tiempo cumplido, el local rechazó, en una segunda jugada volvieron a centrar la pelota y mientras el balón estaba en el aire, el árbitro del partido, Gil Manzano, pitó el final del compromiso, pero ahí mismo el inglés Jude Bellingham cabeceó y habría concretado lo que era la victoria 2-3.
Acción que desató de inmediato el malestar de los jugadores del Real Madrid, que se acercaron a reclamarle al juez central, entre ellos Jude Bellingham, que recibió una tarjeta roja tras los fuertes protestas.
En el acta del encuentro, Manzano explicó de esta forma la expulsión del inglés “tras finalización del partido y aún en terreno de juego, se dirigió hacia mi corriendo en actitud agresiva y a gritos repitiendo en varias ocasiones, “it’s a fucking goal’”.