Por: Juan Carlos Pamo Sánchez - Reportero de El País
El tema de los Juegos Panamericanos 2027 sigue siendo motivo de comentarios por las razones que llevaron a que Barranquilla fuera despojada como sede de las justas continentales.
Luego de la tormenta política que se formó al conocerse la decisión de Panam Sports, aún se mantienen los juicios de responsabilidades que llevaron a una cadena de errores que cometió el Gobierno Nacional, a través del Ministerio del Deporte, en los incumplimientos de las fechas pactadas para pagar los valores correspondientes a los derechos que el país debía cancelar, para ser sede del evento multideportivo más importante del continente.
Desde el pasado 2 de enero cuando la entidad que rige el deporte en América determinó retirar la sede de los Juegos, Colombia emprendió una misión de carácter político para tratar de recuperarla, una gestión que por ahora genera solo expectativa y que deberá esperarse hasta finales de febrero cuando se realice la asamblea general de Panam Sports, donde se decidirá el futuro de las justas.
Uno de los hombres de mayor experiencia en este tipo de procesos es el dirigente vallecaucano José Luis Echeverry, actual vicepresidente del Comité Olímpico Colombiano, (COC), quien habló de cómo va esa labor de persuadir a los directivos de Panam Sports para que Barranquilla pueda ser la sede en el 2027.
Con lo sucedido con los Panamericanos y otros eventos deportivos que se han cancelado, ¿no cree que estamos perdiendo credibilidad como país organizador?
Yo puedo referirme especialmente al tema de los Juegos Panamericanos, que por allá en el año 2021 se le entregó al país, en el gobierno de Iván Duque y cuando el ministro del Deporte era Guillermo Herrera.
El país debía asumir unos compromisos y con la llegada del presidente Gustavo Petro comenzaron una serie de complicaciones en cabeza de María Isabel Urrutía, quien fue nombrada como nueva ministra del Deporte, pero que en su cargo nunca respondió ninguna de las tres cartas enviadas por Panam Sports, donde advertía de los retrasos en los pagos correspondientes. La relación estaba rota, ella nunca quiso hablar con el Comité Olímpico Colombiano y luego de su salida del cargo llegó Astríd Rodríguez, con quien se empezó a trabajar; en su momento se pudo reestablecer la confianza con Panam Sports, se llegó a un acuerdo con unas fechas para cancelar dos cuotas vencidas por ocho millones de dólares, pero los tiempos no alcanzaron para cumplir.
¿Cómo ve hoy la situación?
Para ser honesto, considero que el tema hoy está muy complejo. Nuestro representante ante el Comité Olímpico Internacional (COI), Luis Alberto Moreno, quien es además el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), estuvo esta semana en Corea del Sur donde sesionó el COI, tratando de hablar con Neven Ilic, presidente de Panam Sports, para ver si es posible reencaminar la posibilidad de salvar la sede para Barranquilla. Yo creo que la única forma de recuperar la sede es tener un diálogo con todos los sectores y tratar de que en esa asamblea de febrero nos la puedan otorgar directamente. Colombia, y mucho menos Barranquilla, se pueden volver a postular como candidatos para albergar los juegos. Es una situación dramática porque los recursos estaban allí y no fueron tramitados a tiempo.
El presidente Petro anunció hace unos días viajar a Chile y reunirse con Nevenn Ilic, pero indagando se dice que no ha existido ningún tipo de acercamiento...
Eso es cierto. Y lo más triste es que se perdió toda credibilidad desde Panam Sports y nos lo dijo Neven Ilic, que ya no creen en este gobierno. Recuerden que esto comenzó desde que el presidente Petro fue invitado a recibir la bandera de Panam Sports en la clausura de los Juegos Panamericanos de Santiago y él no asistió. Ya son varias cosas que se han juntado y por eso ya no hay credibilidad.
¿Qué hacer para no cometer los mismos errores?
Yo pienso que cada evento internacional que se organice en nuestro país debe tener un gerente experto en ese tipo de gestiones. Los antecedentes han sido positivos en otros certámenes que se ha realizado en nuestro país, especialmente en Cali.
¿Lo decepcionó el papel de María Isabel Urrutia en el ministerio?
Yo prefiero recordarla a ella como nuestra medallista de oro en los Olímpicos de Sídney y no por el negativo paso por el Ministerio del Deporte.
¿Qué viene ahora en este proceso?
Toca esperar a que se convoque a la asamblea de Panam Sports en febrero; pero hay otra preocupación y es que la actual ministra del Deporte está abocada a una posible moción de censura por parte del Congreso de la República. No sabemos si ella esté pensando en renunciar o si el presidente Petro la vaya a remover de su cargo. Eso implicaría la llegada de otra persona que no sabemos si sepa del deporte. Toca que sean personas que conozcan la dinámica del sector público.
Suena para reemplazarla Jorge Iván Ospina, ¿esa sería una decisión acertada de este gobierno?
No creo que el doctor Ospina vaya a llegar al Ministerio del Deporte. He escuchado un nombre que está sonando y es el de Lina María Barrera, quien ya estuvo en esa cartera como viceministra. No sabemos lo que esté pensando este gobierno; lo que nosotros como Comité Olímpico Colombiano tenemos que hacer es tratar de recuperar la sede de los Juegos Panamericanos, esperemos que la gestión de Luis Alberto Moreno pueda tener éxito.
“La inversión se recupera”
José Luis Echeverry le respondió a aquellas voces que dicen que la inversión en los Juegos Panamericanos es muy alta.
El país debe invertir cerca de 400 millones de dólares para garantizar el éxito de las justas en materia de infraestructura y otros aspectos.
Sin embargo, el dirigente puso como ejemplo a Cali que supo albergar los Panamericanos Junior y luego vio retornada la inversión.