Sin Jürgen Klopp, que dejará de entrenar al Liverpool al final de temporada, el técnico de su rival Manchester City, Josep Guardiola, considera que va a “dormir mejor”, en una alusión en tono de broma antes de alabar al “mejor rival” de su carrera.
“¡Voy a dormir mejor!”, respondió en conferencia de prensa después de la victoria del City por 1-0 en el campo del Tottenham en los dieciseisavos de final de la Copa de Inglaterra.
La salida de Klopp del Liverpool en junio fue anunciada por sorpresa este viernes.
“La víspera de los partidos contra el Liverpool siempre ha sido una pesadilla. Por supuesto, le echaré de menos. Me ha sorprendido la noticia, como a todos”, comentó Guardiola.
El Liverpool de Klopp, en el puesto desde octubre de 2015, ha sido el mayor rival en los últimos años del Manchester City de Guardiola, que llegó a ese club al principio de la temporada 2016-2017.
“No podemos definir nuestro periodo aquí sin él, sin el Liverpool. Es el mejor rival que he tenido en mi vida”, dijo Guardiola, recordando que en años anteriores se habían enfrentado en la Bundesliga, él con el Bayern Múnich y Klopp con el Borussia Dortmund.
“La Premier League le echará de menos, echará de menos su personalidad carismática, la manera en la que juega su equipo”, añadió Guardiola, que le deseó “lo mejor”.
“El fútbol necesita entrenadores y personalidades como él”, sentenció.
Más del partido
El Manchester City se impuso en los últimos minutos en su visita al Tottenham (1-0), este viernes en los dieciseisavos de final de la Copa de Inglaterra, donde Chelsea y Aston Villa empataron sin goles y deberán repetir su duelo.
Para el City, la agónica victoria le permitió romper una particular maldición, ya que hasta ahora no había nunca ganado, y ni siquiera marcado, en el nuevo estadio de los ‘Spurs’.
Los ‘Skyblues’ repararon esa anomalía con un gol del neerlandés Nathan Aké (minuto 88), el primero de la historia del Manchester City en el Tottenham Hotspur Stadium, un recinto inaugurado en abril de 2019.
El gol vino acompañado de incertidumbre. Aké metió la pierna para rematar un balón que había rechazado difícilmente el arquero Guglielmo Vicario, molestado en su intervención por un jugador del City, el portugués Ruben Dias.
El árbitro validó el tanto después de una larga espera, mientras era rodeado por los jugadores del Tottenham, que protestaban ante lo ocurrido.
La confirmación del tanto vino acompañada de una explosión de alegría en la zona donde estaban los aficionados visitantes, desplazados por millares a Londres para este partido.
Hasta este éxito, el Manchester City había sufrido cinco derrotas en otros tantos partidos sin marcar ningún gol en ese estadio, que reemplazó al viejo White Hart Lane.
*Con información de la AFP.