La Justicia argentina puso fin a marchas y contramarchas en las elecciones de Boca Juniors y decidió que el domingo se vote, en una confrontación entre el ídolo de los hinchas, Juan Román Riquelme, y el expresidente de la nación y del club, Mauricio Macri.
El comicio quedó habilitado desde la noche del lunes, cuando un tribunal revocó un fallo de primera instancia de la jueza Alejandra Abrevaya, que lo había suspendido por una denuncia de la oposición, liderada por Macri, respecto a presuntas irregularidades en el padrón de socios habilitados.
“Con mucha satisfacción, Boca Juniors comunica a socios, socias e hinchas en general que este domingo 17 de diciembre (…) se votará para elegir a las autoridades que gobernarán el club hasta 2027″, anunció la entidad ‘xeneize’ en un comunicado.
Macri es candidato a vicepresidente y líder absoluto de la agrupación opositora. Es un poderoso empresario y archienemigo de Riquelme desde que el exvolante ganaba campeonatos con la camiseta azul y oro y Macri era el presidente del club, cargo que ocupó entre 1995 y 2007.
Un total de 94.188 socios están habilitados a votar en urnas dentro de carpas instaladas en el césped del legendario estadio La Bombonera, en Buenos Aires.
Las idas y vueltas judiciales fueron tantas que por el caso pasaron la jueza original Abrevaya, otra que la sucedió y un tercer juez que se hizo cargo, hasta que el expediente volvió a manos de la primera en medio de virulentas acusaciones cruzadas.
Riquelme alzó tres veces la Copa Libertadores, en 2000, 2001 y 2007. Volvió al club como dirigente en 2019. Macri lo acusa ahora de una “forma de conducción prepotente y arbitraria”.
El exfutbolista acusa a Macri de “querer usar el club para la política”. Convocó a los socios a “elegir que Boca siga siendo un club o que te arranquen el corazón”.
Boca ganó seis títulos locales en los últimos cuatro años, pero con la deuda de no haber podido ganar la séptima Copa Libertadores, su gran objetivo y que no jugará en 2024 por una pobre actuación en certámenes locales.