Esta semana se presentó un escándalo en la Villa Olímpica después de que la boxeadora italiana Ángela Carini, se retirara del rin a tan solo 46 segundos de haber iniciado la pelea.
La deportista, quien solo había recibido dos golpes aseguró que: “nunca en su vida había sido golpeada tan fuerte”, por lo tanto, su contrincante, la boxeadora amateur de Argelia Imane Khelif, fue coronada como ganadora de la lucha, y se abrió camino a los octavos de final. La discusión gira en tornos a que muchos medios de comunicación y directivos aseguran que la argelina es una mujer trans, lo que hace que sea injusta la pelea.
Sin embargo, esto no es totalmente cierto, ya que en realidad Khekif nació con genética femenina, por lo cual es considerada mujer; pero tiene una condición llamada hiperandrogenismo, un padecimiento hormonal que genera en ella rasgos masculinos, lo que hace que se cree una diferencia física con sus competidoras.
Carini es una italiana destacada en la categoría de peso wélter, que ha representado a su país en varias competencias internacionales, abriéndose camino en el deporte mundial.
Entre las competencias que ha resaltado se encuentra el Campeonato Mundial de Boxeo Aficionado de 2016, en la que conquistó la medalla de plata, en Astana, Kazajistán. Ha estado en los Juegos Europeos, llevando para su casa la medalla de plata en 2019 en Minsk, Bielorrusia.
También ha destacado en el Campeonato Europeo de Boxeo Aficionado, estando dos veces en el podio, en 2018 como la máxima ganadora, levantando el oro en Sofía, Bulgaria; y en 2022 con la medalla de bronce en Budva, Montenegro.
Además, estos no son los primeros Olímpicos de la italiana, ya que en Tokio 2020 compitió en la categoría de peso wélter (69 kg) y llegó hasta los cuartos de final, pero fue eliminada por la boxeadora estadounidense Oshae Jones. A pesar de no ganar una medalla, su desempeño fue destacado, mostrando su habilidad y tenacidad en el ring.