Con escarapela a simple vista, micrófono en mano y con los equipos de grabación que evidencien para qué medio trabajan, así se presentan ahora los periodistas en los estadios de fútbol, escudándose de los violentos que por no verlos con una camisa que los represente como hinchas, los consideran casi que unos ‘enemigos’.
Para ellos no hay fin de semana libre, de hecho, el “dispositivo” cada sábado o domingo es el mismo: hacer la correspondiente reportería para saber en qué condiciones llegan al juego los equipos e ir a hacer cubrimiento al estadio, el lugar donde no solo la hinchada alienta, los jugadores la guerrean, sino también, donde ahora los periodistas han llegado a tener en riesgo su seguridad debido a innecesarios hechos de violencia.
En el ámbito del fútbol local, no han sido ni uno, ni dos, ni tres los casos en los que la prensa se ha visto intimidada; incluso, se han registrado hechos tanto en el Pascual Guerrero como en el Estadio del Deportivo Cali, también conocido como Palmaseca. Uno de los más recientes pasó hace una semana cuando, en medio de la transmisión del partido de Liga colombiana de los azucareros contra La Equidad, miembros de un medio de comunicación fueron agredidos física y verbalmente por supuestos hinchas.
Lo que pasó después es algo en lo que tanto periodistas como autoridades coincidieron en que no debe ocurrir. Y es que no solo forzadamente se tuvo que cortar la transmisión del encuentro, sino que quienes estaban a cargo de esta no pudieron culminar su trabajo como corresponde, porque en una batalla que ha sido inventada por algunos desadaptados, quienes llevaron las de perder fueron los que no están convocados para pelearla.
Otro de los casos en el Valle y el cual causó gran conmoción fue el de Max Martínez, periodista de la radio local quien, el 26 de julio de 2023, fue atacado con arma blanca por hinchas del América a las afueras del Pascual Guerrero, luego del juego que el club rojo perdió 3-1 ante Nacional por Copa Colombia. El porqué ocurrió fue tal vez lo que más indignación causó, puesto que, según se conoció, el periodista fue agredido porque fue confundido como un hincha del equipo visitante.
Ante estas situaciones, que día a día son más constantes y que han llevado a que la labor del periodista esté en riesgo, Martínez, quien trabaja en ‘El corrillo de Mao’, mencionó que “muchos aficionados no entienden que un periodista no puede ingresar al estadio con camisetas alusivas a los clubes. Y como los mal llamados hinchas están siempre buscando infiltrados de los equipos visitantes o el equipo rival de la ciudad, entonces al vernos sin un implemento alusivo a su club, no solo nos señalan, sino que cruzan la línea de las amenazas no solo personales, sino también a nuestro trabajo”.
A esa idea se unió Rafael Ortiz, periodista de ‘Tiempo del Hincha’, quien fue enfático en que los cubrimientos sí están afectando a los periodistas porque “en Palmaseca el semestre pasado, por ejemplo, no dejaron ingresar a la prensa que cubre al América y todo fue por temas de violencia, por prevenir”. Además, destacó que son varios los improperios a los que se enfrenta quien va a cubrir, porque “nos dicen hasta de qué nos vamos a morir, nos obligan prácticamente a alzarnos la camiseta y te cogen como en manada”.
¿Quién garantiza la seguridad?
Ya sea por pasión, vocación o herencia, los periodistas son los ‘aficionados’ más fieles al fútbol colombiano, porque así sus equipos ganen o pierdan, estén en la primera o en la segunda división, ellos son quienes tienen la tarea de estar al tanto del “estado de salud” de cada club para justamente hacer lo que les corresponde, que es informar.
Sin embargo, debido a los constantes ataques que se han estado presentando, las reclamaciones de mayor protección para los periodistas en los estadios se ha convertido no solo en una opinión de algunos, sino en un requerimiento directo para las autoridades, quienes explicaron que la prensa sí está cobijada por la seguridad que se busca garantizar en estos lugares cada vez que hay partido.
Al respecto, desde la Policía de Cali y de la Policía del Valle, que respectivamente acogen al Pascual Guerrero y a Palmaseca, explicaron que cada que hay un partido programado en alguno de estos estadios, se realizan comités de seguridad para determinar cómo serán los dispositivos que se aplicarán, puesto que estos varían dependiendo del rival al que se vayan a enfrentar tanto América de Cali, como Deportivo Cali.
“En cada estadio siempre hay personal de la Policía para garantizar la seguridad no solo de los hinchas, sino también de la prensa, de todo el escenario deportivo en general. Además, durante todo el partido hay presencia de staff de seguridad privada para apoyar todo lo relacionado con el cumplimiento del orden público. En caso de presentarse algún tipo de contratiempo o de afectación contra alguna persona, la orden es que los uniformados atiendan el caso y garanticen la protección de todos”, indicó la Policía.
De igual manera, destacaron que si los periodistas consideran que necesitan mayor protección en las afueras o en el interior de estos estadios, sí es posible brindarla, pero será necesario que esta solicitud se le comunique a cada una de las Comisiones de Fútbol, en este caso de Cali y Palmira, para que autoridades correspondientes determinen cómo hacerlo.
Frente a ello, Álvaro Pretel, subsecretario de Seguridad de Cali, explicó que hay un equipo que se llama “acción emergencias”, el cual busca garantizar que si una persona es intimidada o recibe algún tipo de amenaza, entonces se la brindará protección especial. Por lo cual, fue específico en que si un periodista que asiste al Pascual Guerrero considera que su integridad y su trabajo están en riesgo, podrá comunicarlo al PMU que se instala para cada partido en el tercer piso del escenario deportivo, para de esta forma recibir la atención necesaria.
“El llamado a los periodistas es que si su seguridad está en riesgo, que lo comuniquen y desde la Comisión Local de Fútbol buscamos minimizar su exposición al peligro. Si llega a ser necesario brindarle un esquema de protección, entonces se evalúa el caso para garantizarlo”, dijo Pretel.
El subsecretario, además, fue enfático en que “si estando en el estadio un periodista tiene algún inconveniente, nuestros equipos de acción emergencia reaccionarán siempre de manera inmediata”. Sin embargo, también destacó que es necesario que cuando ocurran actos de violencia contra la prensa estos sean reportados a las autoridades, porque de lo contrario seguirá ocurriendo que no habrá un estimado detallado de cuántos casos se han presentado en la ciudad hasta la fecha.