El Tour de Francia reforzó este domingo las medidas para “limitar los riesgos sanitarios”, ante la proliferación de casos de Covid-19 en la ‘Grande Boucle’, que afectaron a varios corredores en los últimos días.
El uso del tapabocas resulta, a partir de ahora, obligatorio para todas aquellas personas (organizadores, invitados, periodistas...) que estén “en contacto con los corredores y los miembros de los equipos ciclistas” antes y después de las etapas, indicó Amaury Sport Organisation, empresa organizadora de la prueba.
Varios corredores, como el español Juan Ayuso o el británico Tom Pidcock, dieron recientemente positivo para el virus y tuvieron que abandonar el Tour de Francia.
El esloveno Tadej Pogacar, actual maillot amarillo y compañero de Ayuso, dijo que había padecido el coronavirus a mediados de junio, mientras que el británico Geraint Thomas aseguró haber tenido “síntomas ligeros”.
Si se sufre un contagio de Covid-19 dentro de un equipo, confirmado por una prueba antigénica o por una prueba PCR, la decisión de aislar al corredor o al miembro del equipo en cuestión se tomará en conjunto por el médico de dicho equipo, el coordinador Covid-19 del Tour y el director médico de la UCI, se indicó.
El cuarto Tour celebrado tras la irrupción de la pandemia, quiere ahorrarse imprevistos que distorsionen el espectáculo, como le ocurrió al pasado Giro de Italia.
Durante esta última carrera más de 20 competidores abandonaron por causas relacionadas con el Covid-19, entre ellos, Remco Evenepoel, el líder de la clasificación general y máximo favorito al título, amén de ser uno de los atractivos más destacados de la carrera.
Ese golpe resultó casi mortal para la ‘Corsa Rosa’ y el Tour no quiere repetirlo. El Movistar Team, el único equipo español en la competencia, es uno de los que más ha usado la mascarilla en estos días de estancia en el País Vasco.
Con información de AFP*