Un escándalo enorme es el que se ha generado en los últimos días por el controversial beso entre Luis Rubiales presidente de la Real Federación Española de Fútbol y la jugadora Jenni Hermoso.
Durante la entrega de las medallas, Rubiales se ubicó cerca de la realeza y de Infantino, presidente de la UEFA, y saludó a cada una de las futbolistas del equipo campeón del mundo con efusividad. En ocasiones, apartó el protocolo, como sucedió con Jennifer Hermoso. Al felicitar a la jugadora, el presidente de la Federación, tras un fuerte abrazo, sujetó su rostro con ambas manos y, entre risas y complicidad, le dio un beso en la mejilla.
Hermoso se pronunció minutos después del incómodo momento y aseguró estar tranquila, pero eso no detuvo la ola de comentarios en contra de Rubiales, que está a la espera de la decisión de la RFEF sobre su continuidad. “Ha sido un gesto mutuo, totalmente espontáneo por la alegría inmensa que da ganar un Mundial. El presi y yo tenemos una gran relación, su comportamiento con todas nosotras ha sido de diez y fue un gesto natural de cariño y agradecimiento”, dijo la jugadora en zona mixta.
Rubiales desesperado
Tras el gran escándalo que escaló a nivel mundial, en las últimas horas de este miércoles han revelado un llamado de Rubiales a Jenni Hermoso para que apacigüen los ánimos, ya que el puesto del presidente está en juego.
La prensa española aseguró que el presidente de la RFEF se dio cuenta de la magnitud de su error apenas unas horas después de la final, cuando planeó junto a su grupo de trabajo hacer un video para extender las disculpas a Jenni Hermoso y todo el pueblo español.
Pero inicialmente la idea era otra. Rubiales quería salir en el video hablado con Jenni Hermoso y se lo pidió directamente, según cuenta la periodista Natalia Torrente de Relevo.
“El presidente Luis Rubiales rogó a Jenni Hermoso que saliera con él en un vídeo que grabarían en el aeropuerto de Doha, pidiendo disculpas y explicando lo que había sucedido en la entrega de premios”, asegura Torrente. La súplica del dirigente no surtió efecto y, al final, le tocó salir solo a dar la cara en una publicación que rápidamente se extendió por todo el mundo.
Tan desesperado estaba por lograr la presencia de Hermoso en el video, que, según Torrente, le dijo a la cara: “Mi puesto está en juego, hazlo aunque sea por mis hijas. Necesito que salgas conmigo”; sin embargo, no logró convencerla.
Jorge Vilda, entrenador de la selección, entró en escena minutos más tarde, pero tampoco logró obtener el ‘sí’ de la jugadora para unas declaraciones que, según pensaba el presidente, iban a poner freno a la polémica. Vilda “se acercó, según confirman varios testigos, hasta en tres ocasiones a la familia de Jenni, que viajaba en el chárter, para convencerla de cuál era el camino correcto para solucionar la crisis. Necesitaba que le dijeran a la jugadora que lo mejor era pronunciarse”, cuenta Relevo.
Lo más grave del caso es que, de acuerdo a la periodista, la RFEF emitió unas declaraciones que no habrían sido pronunciadas por Jenni Hermoso, sino “escritas por el departamento de comunicación de la Federación y difundidas a los medios de comunicación con celeridad” para intentar callar las críticas.