Por: Juan Carlos Pamo Sánchez - Reportero de El País
El fútbol es una pasión que está ligada a la vida de la familia Rojas Fedorushchenko. Hace unos años comenzamos a escuchar estos apellidos cuando conocimos a Alexei, arquero colombo-inglés que se destaca en las divisiones menores de Arsenal e integrante de la Selección Colombia Sub-20 que estuvo en el Suramericano de nuestro país, y luego en el Mundial de Argentina.
Ahora, otro integrante de su hogar inicia su carrera en los campos de juego; es su hermano menor Romeo, aunque no emulando las atajadas de Alexei, sino siendo protagonista como árbitro.
Sus primeros pasos en el fútbol fueron como jugador. Perteneció a algunas academias en Londres, ciudad donde reside, pero con el paso de los años descubrió que su vocación estaba detrás del silbato y las tarjetas.
“Hace unos años descubrí que no solamente siendo jugador o técnico te puede servir para llegar al fútbol profesional. Ser árbitro es otra opción que hay para crecer profesionalmente dentro de este deporte y eso me llamó la atención”, comentó Romeo en charla con El País.
A finales de octubre Romeo cumplirá los 16 años y desde ese momento comenzará a arbitrar en ligas regionales de Inglaterra.
Por ahora está en etapa de formación arbitral, es por ello que a veces es designado como juez central y en otros casos como asistente.
“La verdad es que las dos posiciones me gustan dentro del arbitraje, aunque me inclino más por ser árbitro central. Me llama la atención ese rol por la responsabilidad que se tiene cuando eres juez principal, te toca tomar grandes decisiones y es una presión que me gusta. Me encanta tener el control del partido”, agregó Romeo.
Sus padres confiaban en que Romeo siguiera los pasos de su hermano Alexei como futbolista. Incluso su progenitor, Fernando, apuntó que “Romeo juega bien al fútbol. Es un chico que tiene condiciones como mediocampista, pero toca apoyarlo ahora como árbitro”.
Durante un tiempo jugaba como volante extremo en equipos locales de la capital inglesa y en torneos colegiales.
“Estuve en academias hasta los 13 años y en equipos locales jugué hasta la temporada pasada”, indicó.
Seguramente el haber estado dentro de una cancha como futbolista le da herramientas para analizar mejor los partidos en su condición de árbitro y tomar mejores decisiones en los compromisos.
“El haber jugado sin duda que me da herramientas para entender mejor el juego. Es una situación que le ayuda al árbitro que ha tenido ese paso de ser futbolista, así haya sido a nivel formativo”, apostilló Rojas.
La Premier League, el sueño
Así como el gran objetivo para nuestros futbolistas es dar el salto a la Liga Premier, considerada la más competitiva del mundo, para Romeo Rojas su ilusión es convertirse en árbitro profesional y poder dirigir en este prestigioso torneo.
A diferencia de Colombia, los árbitros que llegan a los torneos mayores en Inglaterra son profesionales de tiempo completo, dedicados única y exclusivamente a esa profesión.
En nuestro país, en cambio, los árbitros deben alternar su labor con otras profesiones afines.
“El objetivo en lo personal es poder llegar a ser árbitro en la Liga Premier. De igual forma, ser internacional al tener la escarapela Fifa, poder dirigir en la Eurocopa y por supuesto en un Mundial”, confesó Romeo.
Por ahora, este joven prospecto del arbitraje deberá seguir forjando su carrera y según las cuentas que él mismo hace, en unas ocho temporadas podría estar cumpliendo el sueño de verlo pitar un partido de la máxima división del fútbol inglés.
“Cuando uno llega a ser árbitro de las categorías más importantes de este país, ya allí son bien tratados en la parte profesional y económica. Acá los árbitros están enfocados ciento por ciento en su labor, cuando no están dirigiendo, se la pasan analizando partidos y entrenando para tener un nivel óptimo”, agregó.
Romeo es hijo de padre colombiano y madre rusa, por ello su corazón se reparte en tres nacionalidades a las que ama por igual.
Mike Dean, Michael Oliver y Anthony Taylor son los árbitros referentes de Romeo, a quienes admira por su profesionalismo.
Consejo de familia
Las charlas en casa obviamente se centran en el tema fútbol. Cuando Romeo y Alexei se juntan en charlas es para hablar y opinar sobre lo que les apasiona.
Así como Romeo ha acompañado de cerca la carrera de Alexei, incluso viajando a países donde su hermano ha actuado con la camiseta de la Selección Colombia Sub-20, el arquero del Arsenal siempre que tiene tiempo, está presente en los juegos donde tiene la oportunidad de dirigir.
“Como familia nos apoyamos en los objetivos que tenemos. Mis padres nos apoyan para que seamos los mejores en nuestras carreras y con Alexei siempre hablamos de lo que a cada uno le sucede dentro de la cancha, eso sí, con responsabilidades diferentes”, acotó.
Poder dirigir un partido donde su hermano esté en el campo, sería el escenario ideal para Romeo, aunque es consciente que en categorías mayores nunca se dará por existir intereses personales de por medio.
“Ya no sería posible que se de esa situación en un partido oficial porque en la categoría donde juega Alexei ya son árbitros bajo el mandato de la Premier League y ellos conocen las relaciones familiares. Habría conflictos personales. Nunca he visto que un caso así se haya dado en el fútbol”, anotó.
Sobre el arbitraje colombiano, Romeo comentó que aunque no lo sigue de cerca, sabe que hay jueces de gran calidad, con altibajos como en cualquier parte del mundo. “He tenido la posibilidad de dirigir algunos torneos menores en España, allí he coincidido con algunos colombianos y me han parecido de buen nivel”.
A pesar de su corta edad, Romeo ya ha tenido la chance de ir a otros países a pitar en campeonatos internacionales.
Sobre el VAR, Romeo indicó que es muy positivo que usen cada vez más la tecnología en el fútbol. “Cuando el VAR se usa bien, es perfecto, debe mejorarse los tiempos de resolución de las jugadas”.
Actualmente, el menor de los Rojas Fedorushchenko cursa el grado once de secundaria. Aparte de su amor por el arbitraje, Romeo quiere especializarse en el mercado de la propiedad raíz y fundar su propia firma.