El Nápoles se proclamó matemáticamente campeón de la Serie A, de Italia, por tercera vez en su historia al empatar 1-1 en su visita al Udinese, este jueves en el cierre de la 33ª jornada, con lo que pudo reconquistar un título que se le escapaba desde los años de Diego Maradona.
La generación actual, liderada por Víctor Osimhen y Khvicha Kvaratskhelia emula así lo conseguido por aquel emblemático plantel que lideraba el mito argentino, que condujo a los dos primeros títulos ligueros del club (1987, 1990).
Al Nápoles le bastaba este jueves con puntuar en este partido en Udine ante el duodécimo clasificado y no falló. El Udinese se adelantó en el minuto 13 por medio de Sandi Lovric y los visitantes equilibraron el marcador en el 52, por medio de Osimhen.
Los ‘tifosi’ pudieron por lo tanto descorchar el ‘prosecco’ y desatar unos festejos que llevaban semanas preparando, por la gran ventaja que pronto consiguió el Nápoles en la clasificación y que hizo que este título sea de todo menos una sorpresa.
El Nápoles había desperdiciado el pasado domingo la posibilidad de asegurar el ‘Scudetto’ en su propio estadio llamado Diego Maradona. Necesitaba ganar y solo pudo empatar 1-1 ante la Salernitana en un derbi.
El miércoles pudo haber sido campeón sin jugar, si la Lazio (2ª) no hubiera ganado al Sassuolo, pero el equipo romano cumplió con un 2-0 y retrasó de nuevo las celebraciones.
Pero los pupilos de Luciano Spalletti no desperdiciaron la ‘match-ball’ de este jueves y suceden en el palmarés al AC Milan, precisamente el club que le eliminó el pasado mes en cuartos de final de la Liga de Campeones.
Ese pulso perdido ante los ‘rossoneri’ supuso una desilusión pero fue la temporada en la que el Nápoles llegó más lejos en la máxima competición europea.
En la Copa de Italia, eso sí, decepcionó con una eliminación en octavos de final ante el Cremonese, un equipo que en la Serie A es apenas penúltimo y tiene complicada la permanencia en la élite.
Luciano Spalletti
Luciano Spalletti, acostumbrado a las divisiones inferiores como futbolista o a lugares en segunda fila como entrenador, ha tenido que esperar a cumplir 64 años para poner por fin su nombre en lo más alto, haciendo campeón de Italia a un Nápoles que se ha paseado en esta Serie A.
“Nunca he viajado en primera clase, siempre en auto-stop”, decía recientemente el técnico toscano de cráneo afeitado al recordar su vida en el fútbol, la que ha tenido como jugador y las tres décadas luego en los banquillos.
“Se han reído de mí porque me ponía botas de fútbol para ir al banquillo. Pero no he olvidado cuánto sufrí para tener esas botas cuando no tenía dinero”, añadió este adepto de la ropa deportiva, incluidas las prestigiosas noches de Liga de Campeones.
Ganar un ‘Scudetto’ “te compensa todos esos sacrificios”, asegura.
Spalletti se ha convertido en el entrenador de más edad en ser campeón de Italia, batiendo el récord anterior de Maurizio Sarri, que fue campeón con la Juventus en 2020 cuando tenía 61 años.
El título en esta Serie A es sin duda el más bonito para ‘Lucio’, quince años después de las dos Copas de Italia (2007, 2008) y la Supercopa de Italia (2007) ganada con la Roma y más de diez años después de sus títulos de campeón de Rusia (2010, 2012) con el Zenit San Petersburgo, en su única experiencia en el extranjero.
Spalletti tenía hasta ahora la imagen de ‘eterno actor secundario’: fue segundo cuatro veces en liga con la Roma.
Forjó su reputación de entrenador innovador y con ideas ofensivas en clubes pequeños, antes de dar un salto cualitativo al llevar al Udinese a las competiciones europeas en tres temporadas seguidas (2002-2005).
Entre las manchas de su historial está la gestión de los vestuarios y especialmente cuando había grandes estrellas con fuerte personalidad.
En Roma es para muchos el hombre que condujo hacia la jubilación a la leyenda Francesco Totti en 2017, algo que un sector de la hinchada todavía no le perdona. Luego, en el Inter de Milán, tuvo un conflicto de alta intensidad con el argentino Mauro Icardi.
Antes de unirse al Nápoles, a mediados de 2021, Spalletti parecía camino de la retirada, después de una separación complicada con el Inter en 2019. Molesto por su despido después de dos clasificaciones a la Liga de Campeones, Spalletti no perdonó nada y percibió hasta el último euro del salario contemplado en la renovación de contrato que había firmado en 2018.