La normativa aprobada por la IAAF que obliga a las atletas con hiperandrogenismo a medicarse para reducir sus niveles de testosterona, validada este miércoles por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), contraviene las normas internacionales de derechos humanos, según Human Rights Watch (HRW).
La ONG con sede en Nueva York reaccionó así a la decisión del TAS, que desestimó el recurso de la atleta sudafricana Caster Semenya contra la Federación Internacional de Atletismo (IAAF).
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HRW defendió que las mujeres como Semenya "tienen el mismo derecho a la dignidad y a controlar sus propios cuerpos" que el resto.
"Es profundamente decepcionante ver al TAS apoyar regulaciones que contravienen los estándares internacionales de derechos humanos", señaló en un comunicado Liesl Gerntholtz, la directora ejecutiva adjunta de Programas de HRW.
Para esta organización de derechos humanos, "al examinar y excluir a mujeres competidoras en base a sus niveles naturales de hormonas, las regulaciones de la IAAF estigmatizan, estereotipan y discriminan contra todas las mujeres".
"Para mujeres atletas con niveles de testosterona atípicos, ser obligadas a someterse a un examen médico puede ser tan humillante como médicamente innecesario", insistió Gerntholtz.
La responsable de HRW lamentó que este tipo de normas lleven a identificar a atletas por sospechas y terminen por someter sus cuerpos al "escrutinio público", algo que no ocurre con los hombres.
La decisión de la TAS anunciada este miércoles encontró que esas regulaciones en efecto "son discriminatorias" pero subrayó que "esta discriminación es un medio necesario, razonable y proporcionado para cumplir el objetivo de la IAAF de preservar la integridad del atletismo femenino en los eventos restringidos"