El argentino Boca Juniors se impuso al brasileño Cruzeiro por 1-0 (parcial 0-0), en un discreto partido de ida por los octavos de final de la Copa Sudamericana 2024 jugado este jueves en el estadio La Bombonera.
El delantero uruguayo Edinson Cavani (65) marcó el único gol de la noche, suficiente para el éxito del Auriazul. El desquite se disputará el jueves 22 en el Mineirao de Belo Horizonte, y el ganador de esta llave se medirá en los cuartos de final con el vencedor de la serie entre Libertad y Ameliano, ambos de Paraguay.
Preparó bien la lección Cruzeiro, que en los primeros minutos incomodó a Boca, al presionarlo en la salida en su propio campo, en un arranque favorable al equipo brasileño, que sin embargo no generaba acciones de riesgo para el arco local, y de hecho, no contabilizó ni un remate a la valla defendida por Chiquito Romero.
En una acción aislada, Boca tuvo su única situación favorable de la primera parte, un remate cruzado de Cavani que obligó a la estirada de Cássio, lo que generó un entusiasmo que poco a poco se apagó, en la medida que el juego se hizo trabado y rústico, con pocas llegadas al área y varios roces, hasta contar 19 infracciones sólo en la primera parte.
El encuentro estuvo interrumpido durante cinco minutos por un áspero cruce entre Pol Fernández y Matheus Pereira, y el árbitro Jesús Valenzuela tuvo bastante trabajo en una primera mitad escasa en emociones.
Con la marca del Matador
Boca se mostró más ambicioso en el arranque de la segunda parte, y el DT Diego Martínez buscó darle más profundidad a los ataques con el ingreso de Martegani, pero el Xeneize se veía limitado en su propuesta, repetitivo, falto de ideas y lento para desequilibrar a un adversario que se replegaba cada vez más.
Boca se hizo dueño de la pelota, retrocedió mucho Cruzeiro y el partido se jugaba en terreno de la visita, y así el Xeneize encontró la llave para destrabar la defensa brasileña en una acción veloz por la derecha, con la asistencia de Zenón para Cavani, que entró por la derecha y definió con oficio de goleador ante la salida desesperada de Cássio.
El local tendría otra enorme ocasión para aumentar, pero se le negó el 2-0 que hubiera sido muy tranquilizador para el desquite, en una jugada en la que Cavani remató al palo izquierdo, y tras el rebote, Cássio se estiró para sacar el potente tiro de Zenón.
Despertó Cruzeiro en los últimos minutos y por primera vez avistó el arco de Boca, y llegó primero con un tiro cruzado de Kaio Jorge, y luego con un fierrazo frontal de Lautaro Díaz que sí requirió el esfuerzo de Chiquito Romero.
Terminó Boca con la frente en alto, victorioso por la mínima, pero aliviado con una diferencia necesaria para acudir con cierta aspiración al desquite de la semana próxima, en lo que promete ser otra batalla copera de gigantes.