El esloveno Tadej Pogacar revalidó su condición de máximo favorito y volvió a demostrar que es el mejor ciclista del mundo en la actualidad tras ganar, de manera contundente, la etapa 16 del Giro de Italia, la quinta en esta edición.
Sin embargo, no todo fue felicidad para el pedalista campeón del Tour de Francia, pues previo al inicio de la etapa de este martes explotó de molestia ante los organizadores del evento deportivo por la insistencia de la organización de disputar la fracción como estaba programada a pesas de las extremas condiciones climáticas que ponían en riesgo la seguridad de los competidores.
Desde hace varios días se informó que el clima iba a estar en muy malas condiciones, por lo que el puerto Stelvio fue retirado del trazado. En la tarde del lunes se intensificó la amenaza por el mal tiempo y RCS Sport, firma organizadora del Giro, publicó un protocolo que contenía tres opciones dependiendo de las condiciones.
Por un momento, la que tomaba mayor fuerza era la opción dos, que preveía que los corredores pudieran cambiarse de ropa en la cima del Giogo di Santa Maria, a 2,489 metros de altura, donde la carrera sería neutralizada durante tres minutos.
La situación se tornó muy complicada cuando el sindicado de corredores CPA publicó una carta, “firmada por el 100% de corredores”, donde los pedalistas amenazaron con realizar una huelga si el Giogo di Santa Maria no era retirado de la etapa.
Pese a la dura advertencia, la organización del Giro se mantenía inflexible y seguía apostando por una saluda en Livigno y propusieron a los deportistas subir el primer puerto sin contar el tiempo.
La postura tomada por la organización generó gran furia entre los ciclistas, que aprovecharon los micrófonos de los medios internacionales para expresar su sentir ante lo sucedido.
“No conozco completamente la situación, pero por lo que puedo ver, el tiempo es muy malo”, dijo Pogačar.
“Desde el hotel, a 1.900 metros, ya podía ver los copos de nieve”, continuó el esloveno. “Si subes otros 600 metros más arriba, probablemente tendrás mucha nieve. Es bastante peligroso descender”, coincidió.
Pogacar también exigió seguridad para él y los demás corredores que tomaron la partida, #Sinceramente, creo que el recorrido podría haberse desarrollado mejor sin un descenso tan largo del Stelvio. No es ideal descender desde 2.500 metros hasta la nieve, después de lo cual también hay que conducir a gran velocidad por el valle. Creo que es bastante peligroso, también para la salud. Pero veremos qué deciden, si quieren que compitamos. También puedo correr, si ellos quieren”.
“Esperemos que no haya incidentes ni momentos peligrosos. Espero que sea seguro para todos los ciclistas. Quiero que estén a salvo. No cambia mucho para mí. Es una m... circular a cero grados y bajo la lluvia, pero no sería la primera vez. Pero cuando tienes subidas tan largas, nunca sabes lo que puede pasar. No soy yo quien decide, pero la mayoría estuvo de acuerdo en empezar después del paso de Umbrail y acortar la etapa, pero mantener la meta igual”, sentenció Pogacar.
Finalmente, los ciclistas no se presentaron a la hora programada de la supuesta salida y provocaron la decisión de iniciar después del puerto de Umbrail.
Finalmente, el cortejo motorizado se puso en camino hacia la nueva salida de la etapa (reducida a 118 km y prevista tres horas y media después) dejando a su paso la sensación de un enorme caos.