El español Rafael Nadal aseguró que no tenía palabras para describir sus sensaciones tras ganar por duodécima vez Roland Garros, al tiempo que auguró un futuro prometedor a su rival de la final, el austríaco Dominic Thiem.

"Eres un gran trabajador y una gran persona, eres un buen ejemplo para el circuito. Sé que es difícil perder, pero si algún día pierdo, no me importaría que fuera contra ti", afirmó Nadal desde la pista, minutos después de recibir la Copa de los Mosqueteros de manos de otra leyenda, el australiano Rod Laver.

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El español tuvo palabras de agradecimiento para el rey emérito Juan Carlos, que presenció la final acompañado de su hija mayor, la infanta Elena.

Pero las palabras más conmovedoras fueron para su equipo, encabezado por su entrenador, Carlos Moyá, que estaba acompañado de su tío Toni. "Hasta hace muy poco no sabíamos si podríamos competir aquí. Tener este trofeo conmigo significa muchísimo. Muchas gracias por apoyarme en los momentos más complicados", afirmó.

Thiem, por su parte, aseguró que Rafa es "un jugador maravilloso" y que ganar doce veces es "irreal".

"Eres una leyenda de nuestro deporte. El año que viene volveré a intentarlo aquí", dijo el austríaco.

Después, en una entrevista en la pista con Alex Corretja, para la cadena Eurosport, Nadal señaló que cuando era pequeño "no soñaba en ganar Roland Garros", pero luego, a medida que fueron pasando los años su mente cambió.

"Soñar en ganarlo 12 veces, nunca lo soñé", afirmó. "Cuando eres joven y tienes 12 ó 14 solo pensaba en mi siguiente entreno y en los torneos del campeonato de España y demás, pero después las cosas han ido cambiando, y ahora solo puedo dar las gracias a toda la gente que me apoya y a mi familia que ha estado apoyándome en los momentos complicados", dijo.

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Para Nadal, ganar el torneo de Roma ha sido vital para triunfar de nuevo en París. "La semana de Roma fue decisiva y tiene mucho que ver con tener el trofeo ahora aquí", dijo Nadal con la Copa en las manos, "para mí significa muchísisimo, no solo ganar, si no el disfrutar, eso significa mucho".

Nadal dijo que llegó a París con sensaciones positivas, a pesar de hacerlo sin título alguno sobre tierra. "Al menos no perdí partidos tontos", dijo tras haber cedido en tres semifinales, Montecarlo, Barcelona y Madrid, antes de competir en el Foro Itálico.

"He ido dando pasos adelante, sin jugar bien y teniendo problemas, y cuando llegué a París me dije, ¿por qué no?. Si doy un poquito más puedo seguir luchando por lo que viene", añadió.

"En el primer set ha habido un rato que ha sido brutal", comentó sobre la final. "Y luego he sido capaz de entender un poquito lo que no estaba haciendo bien en el segundo set, y aguantar los momentos complicadillos y aprovechar los que tenia que aprovechar".

"No ganar no es un drama", dijo con contundencia, "es un poco más complicado aceptar los inconvenientes y los problemas físicos en los últimos 18 meses. El comienzo de la tierra batida no fue bueno, no por los resultados, si no por el momento emocional", afirmó.