El ciclista colombiano Egan Bernal, gravemente accidentado en enero de 2022, se ha propuesto “no perder tiempo en la primera semana” del Tour de Francia 2023, que comienza este sábado 1 de julio en Bilbao, antes de poder fijarse otro objetivo para el resto de la competición.
“Sería fantástico llegar a París, terminar mi primer Tour después del accidente. Sería un gran paso adelante para mí”, afirmó el campeón del Tour de Francia de 2019 en una videoconferencia de prensa.
“El primer objetivo será no perder tiempo en la primera semana”, que comienza con dos etapas difíciles en el País Vasco español, antes de llegar rápidamente a los Pirineos.
“Tengo varios roles en el equipo (Ineos). Con cuál me quede, va a depender de las sensaciones y de mis piernas, no puedo decir más por el momento”, añadió.
A sus 26 años, el corredor colombiano continúa recuperándose de su terrible accidente de enero de 2022, sufrido cuando se entrenaba en Cundinamarca.
Tuvo fracturas en una vértebra, en el fémur derecho y una rótula, además de una perforación de pulmón y un traumatismo craneal.
“Me siento afortunado por seguir vivo y estar aquí. Intento ser positivo. Me gustaría recuperar el nivel que tenía antes, poder competir contra los mejores. Para eso sigo en el ciclismo. Me despierto todos los días con ese objetivo”, aseveró.
Este año, después de dos octavos puestos en el Tour de Romandía y la Vuelta a Hungría, Bernal fue duodécimo en el Criterium del Dauphiné.
“Había grandes dudas antes del Dauphiné, pero no estuve mal en la carrera. El equipo me dijo la semana siguiente que iba al Tour, estoy muy contento”, dijo.
Su compañero de equipo Tom Pidcock le dedicó palabras elogiosas. “Es ya un logro inmenso estar de vuelta en el Tour de Francia. Poco importa lo que haga en la carrera. Estamos hablando de alguien que estuvo a punto de morir”, insistió el ciclista británico, ganador el año pasado en Alpe d’Huez.
Pidcock tendrá este año “como prioridad ganar etapas”, pero también quiere “dar el salto en la clasificación general”.
Un duelo intenso
Entre tanto, la 110ª edición del Tour inicia con la incógnita del estado de forma de Tadej Pogacar, el único que parece en disposición de impedir un doblete de Jonas Vingegaard.
Si las rivalidades son la sal del deporte, el Tour parece servido este año con el esperado duelo entre Pogacar y Vingegaard.
Vencedores en las tres últimas ediciones, el esloveno y el danés corren varios puntos por encima del resto, que, salvo sorpresa, competirán por la tercera plaza.
Dinamita en la primera etapa
La primera etapa del Tour reúne todos los ingredientes este sábado en Bilbao para meter fuego a la carrera con un trazado de 182 km plagado de subidas y un terrible muro final.
“En los últimos 50 años, es seguramente la etapa más difícil propuesta a los corredores para el inicio del Tour de Francia”, resume el director de la carrera, Thierry Gouvenou, a AFP.
La etapa se complica sobre todo en los últimos cuarenta kilómetros con tres subidas en el alto de Morga (3,9 km al 4,1%), el alto de Vivero (4,2 km al 7,3%) y alto de Pike (2 km al 10%), situado a menos de diez kilómetros de la meta.
“El último kilómetro del alto de Pike tiene rampas de hasta el 20%, recuerda al muro de Huy. Es probable que haya una gran pelea y se prevé que estén los grandes favoritos”, subraya Gouvenou que espera que se produzca una gran selección en ese lugar.
“Desde la primera etapa, los grandes líderes tendrán que dar lo mejor. Hay que estar preparado y afrontar esta primera jornada como si fuera una clásica porque hay mucho que perder en esta etapa que tiene 3300 metros de desnivel”, insiste.
Antes de volver hacia Bilbao, la etapa dará una gran vuelta por la provincia de Vizcaya, recorrerá la costa Cantábrica y atravesará el pueblo de Guernica, donde habrá un sprint intermedio.
De manera que los escaladores y favoritos en el Tour de Francia tendrán que medirse desde el primer día de competencias, en una carrera que promete muchas emociones en esta edición 2023.