Ingrit Valencia pasó de representar y boxear por Colombia en los recientes Juegos Olímpicos de Tokio 2020, a pelear por no perder la casa que tanto sacrificio le costó.
La boxeadora hizo un negocio con una persona por una casa en Ibagué cuyo valor está alrededor de los $500 millones; antes de irse a Tokio para los Olímpicos, Valencia hizo un adelanto de $170 millones, con la promesa de que al regresar de los Juegos pagaba el resto y firmaban escrituras.
"Todo había quedado acordado con esa persona, y resulta que llego de Tokio y me encuentro con una orden de desalojo porque la casa tiene nuevo dueño", le dijo a El País la boxeadora caucana.
Señaló que "la persona con la que hicimos el negocio no aparece; antes de irme para los Olímpicos había adelantado $170 millones y quedamos en que al regreso firmábamos escrituras y que yo le daba el resto; pero la realidad es otra y me están pidiendo que desaloje porque la casa tiene dizque nuevo dueño", dijo la deportista.
Agregó que está reuniendo toda la documentación para entablar una demanda contra la persona con la que negoció la casa en Ibagué.
Ingrit Valencia estuvo representando a Colombia en los Juegos Olímpicos de Tokio, llegando hasta cuartos de final en boxeo.