El rey de la Fórmula 1, Max Verstappen, aterriza en el Gran Premio de Mónaco, octava prueba del Mundial, bajo la amenaza de sus rivales; empezando por Lando Norris, la sensación del momento al volante de su McLaren.
Ganador en Miami a principios de mayo y tras haber puesto en problemas al líder del Mundial la semana pasada en el Gran Premio de Emilia-Romaña, Norris avisa: “Estaría bien poder pelear por la victoria en Imola”.
En la ‘casa’ de Ferrari el británico apretó hasta el final a un Verstappen que se tuvo que entregar a fondo para lograr la victoria.
Norris reconoce que “no hay ninguna razón” para negar el potencial de su coche y que está preparado para luchar con Red Bull, el equipo de Verstappen, y Ferrari por las primeras plazas.
En Mónaco el piloto de Ferrari Charles Leclerc, muy regular desde el comienzo de la temporada, intentará por fin brillar en las calles que le vieron crecer.
Abandonó entre 2017 (cuando competía en F2) y 2021, tras problemas técnicos o choques. El año pasado fue sexto y en 2022 se quedó a los pies del podio.
“Es verdad que hasta ahora no he tenido éxito, pero el ritmo ha estado ahí y tengo confianza en que este año será igual”, dijo.
Como de costumbre en el Principado, la carrera comenzará antes, en la clasificación, porque los adelantamientos son muy poco frecuentes.
En este terreno, ‘Mad Max’ es el rey, todavía más intocable que en carrera. Al volante del superportente RB20, el vigente triple campeón mundial firmó en Imola su octava pole consecutiva, desde la que consiguió en el GP de Abu Dabi en 2023, igualando a la leyenda Ayrton Senna, del que este año se cumplen tres décadas de su muerte.
Si lograra el mejor tiempo en la clasificación del sábado, el neerlandés logrará un récord en solitario que tiene 35 años: nueve poles consecutivas.
Mercedes, todavía sin funcionar
En el Mundial Verstappen tiene 48 puntos de ventaja sobre el nuevo segundo, Leclerc. El monegasco superó el fin de semana pasado al otro Red Bull, de Sergio Pérez, solo octavo en Emilia-Romaña.
Tercero, el mexicano está a 54 puntos de su compañero. “Nada funcionó en Imola”, lamentó Pérez el miércoles.
En Mercedes la leyenda Lewis Hamilton sigue intentando despedirse con un buen rendimiento de la marca antes de incorporarse a Ferrari el próximo curso.
En Imola fue sexto y su jefe, Toto Wolff, reconoció esta semana que “las recientes mejoras introducidas no se han transformado en un mejor rendimiento evidente”.
“Otros han progresado y nosotros nos encontramos un poco por debajo de los tres primeros equipos”, añadió.
La escudería alemana, gran dominadora en la última década, solo es cuarta en el campeonato de constructores y tiene 75 puntos menos que McLaren, tercero. La diferencia con Ferrari es de 133 y con Red Bull de 189.
Con información AFP