Dávinson Sánchez fue el encargado de abrir el marcador para Colombia en el partido frente a Chile, válido por la fecha 10 de las eliminatorias sudamericanas al Mundial de 2026.
A los 34 minutos, James Rodríguez lanzó un tiro de esquina al área, encontró la cabeza de Jhon Janer Lucumí y en el camino de ese disparo el desvío en la nuca de Dávinson, quien, casi sin darse cuenta, rompió la sequía de la Tricolor después de haberse quedado en blanco contra Bolivia el pasado jueves.
Este es el segundo gol que marca el defensor de Galatasaray con la Selección Colombia en 2024 y el tercero de su cuenta personal. La última vez que había marcado se remonta al 18 de junio pasado, cuando anotó en la victoria contra Costa Rica en la fase de grupos de la Copa América.
El gol llegó luego de un monólogo ofensivo de la Tricolor, que, sin embargo, no lograba encontrarle la vuelta al compromiso. Jhon Córdoba había tenido la opción más clara del partido hasta ese momento, pero falló en el control previo al remate que fue evitado por un defensor chileno entrando al área defendida por el arquero Brayan Cortés.
Los centrales vuelven a aparecer
El gol de Dávinson reabre un debate que ya se había puesto sobre la mesa en rueda de prensa. Ante Argentina en septiembre marcó Yerson Mosquera y frente a Uruguay, en las semifinales de la Copa América, el gol llegó con un cabezazo de Jefferson Lerma.
No obstante, contra Bolivia el delantero centro desperdició dos ocasiones claras y eso se vio reflejado en el resultado porque esta vez no funcionó la pelota quiera para salvar los muebles.
James Rodríguez es una llave de gol con la pelota quieta, más allá que a Néstor Lorenzo le han cuestionado, en varias ocasiones, el hecho de depender de los cabezazos de centrales y volantes para sacar adelante los partidos.