En el Estadio Palogrande de Manizales, este viernes 1 de noviembre, se le rindió un sentido homenaje al profesor Pedro Sarmiento, quien dirigió al Once Caldas el año anterior, acto que conmovió a su concuñado Hernán Darío ‘el Arriero’ Herrera.
El conjunto Albo se está enfrentando este viernes en el arranque de la fecha 16, de la Liga Betplay II-2024, al conjunto de Fortaleza, duelo en el que en el banquillo está el técnico ‘Arriero’ Herrera, quien tomó la posta del equipo caldense tras la partida del cargo, el año pasado, del profe Pedro Sarmiento.
Pese a que Once Caldas juega de blanco, porque es su color tradicional, esta vez por pedido del ‘Arriero’ Herrera se está jugando de negro, debido a que era el uniforme que le encantaba al estratega Sarmiento, en su paso por el club.
El nombre de Pedro Sarmiento se coreó en el Palogrande, en donde se le rindió un homenaje al ‘profe’ con un minuto de silencio, momento en el que muchos se quebraron, especialmente Hernán Darío Herrera.
El estratega del equipo manizalita no aguantó y estalló en llanto, mientras se abrazaba con su cuerpo técnico. Su rostro se pudo rojo, mientras miraba hacia el cielo desconsolado, recordando a quien fuera su gran amigo desde que llegaron jovencitos a Nacional.
Los jugadores salieron al terreno de juego con una grande pancarta en la que aparece el rostro de Sarmiento en cuatro momentos distintos y con un mensaje que dice: “descansa en paz, profe Sarmiento 1956-2024″.
Sarmiento y Herrera coincidieron en distintos equipos, pero especialmente se unieron en los últimos años para dirigir juntos y por eso hicieron dupla técnica en Once Caldas y Atlético Nacional, en donde salieron campeones de la Copa Betplay.
En la Selección Antioquia de fútbol, a la edad de los 16 años, se conocieron Herrera y Sarmiento, quienes desde entonces compaginaron, luego compartieron familia, ya que se casaron con un par de hermanas y desde ahí se volvieron inseparables.
Pedro Sarmiento falleció en la noche del miércoles, sobre las 6:43 de la noche, producto de padecer de una penosa enfermedad, leucemia, la cual lo venía aquejando desde finales del 2023.
El antioqueño, quien dejó este mundo a los 68 años, luchó contra ese mal con un fuerte tratamiento, que incluso lo llevó a que le hicieran una transfusión de médula, pero desafortunadamente la leucemia lo atacó sin piedad y acabó rápidamente con su vida.