Por AFP
Este miércoles, 23 de octubre, de nuevo Brasil es golpeada por la violencia en el deporte. Hinchas de Peñarol se enfrentaron en calles y playas de Río de Janeiro, dejando un saldo de un bus quemado y más de 200 aficionados del equipo uruguayo, que iba a enfrentar a Botafogo, detenidos.
La policía brasileña dijo en un comunicado enviado a la AFP que trasladó a los detenidos a la Ciudad Policial, bajo señalamientos de que cometieron “una serie de actos de vandalismo, incluyendo saqueos y destrucción de establecimientos comerciales y vehículos”.
Además, los bomberos debieron intervenir para sofocar el fuego provocado en varios vehículos, según la misma fuente. Una pistola fue confiscada.
“Ante la gravedad de la situación” fue desplegada una brigada especial de choque, que utilizó bombas de estruendo, agregó la policía.
Imágenes en vivo transmitidas por el canal Globo mostraron a hinchas lanzando diversos objetos como botellas y palos y protegiéndose con sillas plásticas.
Al menos un autobús fue incendiado durante los disturbios.
Las imágenes mostraron luego cómo la policía obligó a los hinchas mirasoles a apiñarse y a tumbarse al suelo antes de ser detenidos.
El internacional uruguayo Guillermo Varela, del Flamengo, rival de patio del Botafogo, estaba en el lugar y fue “abordado” por la policía, según explicó el jugador en un mensaje en Instagram.
El lateral derecho aseguró que acudió al sitio para “rescatar a dos amigos que estaban asustados por la confusión” y negó haber participado en ningún “acto de violencia”.
“Luego de que todo se resolvió, fui a un almuerzo con mis compañeros y la comisión técnica”, apuntó, en una versión confirmada por los rojinegros en X.
Llegados de Uruguay en autobuses, los hinchas se habían reunido cerca de la playa del Recreio, en la zona oeste de Rio, a pedido de las autoridades.
“Llegaron para causar disturbios. Un deporte como el fútbol, que es un hobby, que es para hacer a la gente feliz (...), algo así es muy triste”, dijo Tadeu da Silva, un comerciante del barrio, de 34 años.
Pero aficionados aurinegros aseguraron que actuaron en defensa propia tras ser atacados por ‘torcedores’ brasileños.
Peñarol dijo el martes que unos 20 autobuses arribarían desde el país vecino y que pondría a disposición otros 20 para el traslado desde la playa de Recreio hasta el estadio.
Las autoridades estudiarán las imágenes captadas para “individualizar las conductas”, puesto que algunos de los detenidos van a tener que responder por “delitos más graves”, declaró a Globo el secretario de Seguridad de la alcaldía, Victor Santos.