Mientras, James Rodríguez no convence al técnico del Rayo Vallecano, Iñigo Pérez, para ser titular del conjunto de madrileño, en Mallorca no ven ningún problema en que el #10 de la Selección Colombia termine en su vestuario.
Previo al juego entre Mallorca y Rayo Vallecano, el entrenador español volvió hablar de las razones por las que James no es titular en su equipo y además, aseguró que acepta las críticas que recibe por dejar en el banco de suplentes al centrocampista cucuteño.
“James ha llegado más tarde, pero está en condiciones de jugar. Necesita un proceso de adaptación física. Si allí juega y aquí no, es porque yo elijo unos jugadores que creo que son los mejores. Las críticas las acepto. Todos sabemos de su nivel”, dijo el técnico de Rayo Vallecano.
A su vez, Iñigo Pérez afirmó que es consciente del momento que vive el #10 en la Selección Colombia. “Sigo los parones internacionales, veo los partidos y sus actuaciones. Me encanta el fútbol sudamericano y conozco de la exigencia física, por los viajes y por los partidos en Bolivia y luego en Barranquilla”, declaró.
Cabe mencionar que desde que James llegó al Rayo Vallecano solo ha jugado cinco partidos y solo en uno de ellos fue titular; ante ello, el técnico Pérez ha recibido fuertes cuestionamientos, pero, pese a las críticas, Iñigo no parece tener intenciones de cambiar su decisión.
¿Qué pasó James?
En el partido entre el Rayo Vallecano y Mallorca quedó claro que si el conjunto de Vallecas no quiere a James Rodríguez, en el cuadro mallorquinista no tiene lío en aceptarlo en el camerino.
El volante colombiano fue bien recibido en el estadio de Mallorca, tanto así que la mascota del equipo, Dimonió, le dio la bienvenida y protagonizó un penoso momento, cuando James por equivocación casi se dirige al vestuario del conjunto bermellón.
Cuando llegaban al estadio de Mallorca, James saludó a Dimonió y tomó el rumbo equivocado, por esa razón a la mascota del conjunto local le tocó corregirle el camino al cucuteño y además regañarlo en un tono burlesco por querer meterse en el vestuario equivocado.