El Deportivo Cali una vez más volvió a perder. Esta vez cayó en la noche este lunes con Fortaleza por 1-0, en el partido de ida de los octavos de final, derrota que rebosó la copa de los aficionados caleños, quienes en el Metropolitano de Techo, en Bogotá, se desahogaron con improperios.
La triste imagen que dejó en este compromiso el equipo del profesor Hernán Torres ha llevado a la preocupación, más que todos, a los seguidores del equipo, quienes están asustados con la palpable posibilidad de descender.
Y aunque el elenco Verdiblanco no está en la zona del descenso, sí está muy cerca de ocupar uno de los dos lugares de la tabla de del descenso que da tiquete a la B. Dos derrotas más seguidas y dos victorias en línea de Jaguares y el conjunto Azucarero, muy probablemente, caerá a esos lugares no deseados.
Todo esto se le suma a la pálida imagen que dejó la escuadra caleña en el duelo ante Fortaleza, en el que estuvieron jugadores de recorrido como Alex Mejía, Yulián Gómez, Fabián Viáfara, Fabián Ángel, más el canterano José Caldera, y los uruguayos Gastón Guruceaga y Martín Rea, quienes no están dando la talla para la grandeza que tiene la institución verde.
Ello llevó a decenas de hinchas del Deportivo Cali a insultar a sus jugadores y cuerpo técnico, a quienes a demás silbaron y les pidieron la salida.
La furia que sienten los aficionados azucareros ya rebosó los límites. Están cansados de esperar ese cambio, por eso en la derrota del sábado anterior ante Once Caldas, por 4-1, generó un intento de invasión del campo de juego del Palogrande de Manizales, hecho que fue controlado por la Policía, y por fortuna, lo del Metropolitano de Techo no pasó a mayores, pese a la rabia que sienten los aficionados.
Ello llevará a doblegar las medidas de seguridad para este compromiso, con el fin de evitar incidentes en la tribuna y que los hinchas intenten invadir el terreno de juego, para que no sancionen más al club, que ya tiene inhabilitadas dos localidades del estadio para el duelo ante Equidad.