Cuando Rafael Dudamel tomó las riendas del Deportivo Cali, luego de la derrota 2-0 contra el Pasto, los ‘Azucareros’ estaban en la casilla 15 de la tabla de posiciones de la Liga. Sentar al técnico venezolano en el banco era una apuesta arriesgada, más allá de las buenas credenciales del exarquero verdiblanco, porque el Comité Ejecutivo era fuertemente cuestionado y transitaba en terrenos movedizos en los que era más fácil hundirse que salir a flote.

Tres meses después de la llegada de Dudamel en reemplazo del uruguayo Alfredo Arias, los directivos pueden sentir una pizca de victoria, porque esa apuesta, más el esfuerzo por ‘repatriar’ al goleador Hárold Preciado y ‘reclutar’ en el plantel a un jugador como Teófilo Gutiérrez, al que muchos le pusieron ‘peros’ por su edad, lesiones y comportamiento, hoy les ha dado resultado.

Falta el momento cumbre: disputar la final y alcanzar la décima estrella. Pero hay que valorar la capacidad de un equipo que supo ponerle el pecho a las adversidades, que no fueron pocas, y ahora pelea por el título.

¿Cuáles fueron las claves?
El sábado en la noche, luego de que el Cali derrotara 2-0 a Junior y lograra anticipadamente —una fecha— el tiquete a la final, a Dudamel le preguntaron en la conferencia de prensa dónde estuvo la clave, y el venezolano respondió: “La clave ha estado en que cada jugador entiende su papel, su rol en el equipo. Primero está el equipo que cualquier individualidad, trabajar en familia, sin egos, con mucha fe. Le hemos entregado cada partido disputado a Dios”.

Bajo la dirección de Dudamel, el Cali, en Liga, ha ganado 10 juegos, empatado 5 y perdido 2. Poco a poco fue recuperando confianza dentro del plantel y credibilidad en los hinchas, al punto de superar el llamado ‘grupo de la muerte’, donde estaban el favorito Nacional y el siempre combativo Junior, a los que superó con categoría y con una ventaja asombrosa en la tabla.

El gol y la columna vertebral
Para el periodista Nicolás Samper, quien siempre defendió el buen juego de los ‘Azucareros’ tanto en la era Arias como la de Dudamel, “Cali fue merecedor del cupo finalista por cuenta de factores que jugaron a su favor: fue un equipo que, tras la llegada de Dudamel, pudo hallar lo que el equipo de Arias no: el gol. Porque la propuesta, que tiene parte del sello de Arias, la supo complementar Dudamel muy bien con mayor agresividad y presión sobre los rivales desde el primer pase”.

Samper añade que “Teófilo Gutiérrez también le otorgó un plus al equipo por personalidad y peso específico, así como la recuperación de Hárold Preciado con el gol. Hoy el Cali tiene la mejor columna vertebral de un equipo en Colombia (De Amores-Marsiglia-Colorado-‘Teo’-Preciado) porque ninguna pieza falla y, al contrario, se potencian entre sí; no por nada su superioridad futbolística y en puntos sobre los rivales de grupo, en una zona que parecía más pareja”.

La simpleza del fútbol
Esteban Jaramillo, analista deportivo, considera que Dudamel se lleva gran parte del éxito “por la simpleza de su fútbol, por la identificación rápida de sus intérpretes para ejecutar una idea de juego que no tiene arabescos tácticos, pero a la que le sobra el sentido común”.

Sobre las individualidades del equipo, Jaramillo destaca a ‘Teo’ “por su experiencia, la protección al balón, el dominio de la zona frontal del área, el pase, el gol, la influencia en el grupo, la destreza táctica y la malicia para confrontar y provocar”, además del buen nivel del arquero Guillermo de Amores y el gran aporte de los goles de Preciado.

Y resalta un elemento adicional el periodista: “El Cali entendió, a diferencia de algunos de sus rivales, que no se gana sin jugar y que los campeones no nacen de los micrófonos amigos, sino de la calidad de sus futbolistas”.

Solidaridad de equipo
Sergio Angulo, exjugador y entrenador hecho en las entrañas del Cali, resalta, por supuesto, el acierto del Comité Ejecutivo al apostar por la experiencia y el arrojo de Dudamel, el liderazgo y el fútbol de Teófilo y el poder ofensivo y los goles de Preciado, pero destaca en un apartado la oportunidad a la cantera.

“Me gusta que se asomen jugadores jóvenes como Juan Franco, Daniel Luna, Kevin Velasco y Jorge Marsiglia, que se convierten en realidades en el fútbol colombiano”, explica ‘Checho’, y agrega que todos estos ingredientes han hecho ver al Cali como un equipo “sólido y solidario que sabe para dónde va”.

La décima estrella está a 180 minutos y los ‘Azucareros’ ya están mentalizados en ella.