En el diccionario del profesor Jorge Luis Pinto no existe la palabra ‘descenso’. Ese término tampoco se escucha en el camerino del Deportivo Cali. No está en la boca de los jugadores. Ni siquiera del utilero. Quienes sí mencionan esa palabra, porque les preocupa, son los hinchas. Y más cuando los resultados no ayudan a un equipo que debe sumar y sumar para alejarse de esa zona peligrosa donde los equipos caen por un barranco a la ‘B’.

Los últimos días han sido de contraste para Pinto. Luego de traerse una victoria importantísima contra Deportes Tolima (1-2) en Ibagué, perdió en su propia casa contra Deportivo Pereira (0-1) y toda el agua sucia le cayó a él, por cuenta de los cambios que hizo en la nómina titular, al dejar en el banco a Juan José Tello, Rafael Bustamante, Kevin Velasco y Daniel Mantilla.

Esta tarde, en el estadio El Campín de Bogotá, Pinto tendrá la oportunidad de levantarse de la lona ante un grande, además de ser uno de los equipos de sus afectos. Deportivo Cali visitará por la séptima fecha de la Liga a un Millonarios que llega envalentonado tras remontar contra Universidad Católica de Ecuador y seguir con vida en la Copa Libertadores. El País habló con el técnico azucarero.

Con cabeza fría, ¿en qué falló el Cali en la derrota contra Pereira?
Indudablemente hubo descuido. El Cali buscó el partido y tuvo cosas importantes, tuvo intención de gol, pero se desesperó y ese fue el error que tuvimos.

Dijo usted en la rueda de prensa que volvería a hacer las modificaciones que hizo para ese juego, ¿sigue pensando igual?
Claro que sí, igual. No soy un principiante, hace 30 años hago rotaciones. Al ‘Pibe’ Valderrama lo rotaba de local y de visitante, al ‘Cheché Hernández lo ponía a veces de local y a veces de visitante. Conozco las virtudes técnicas y fisiológicas de los jugadores, y esas son cosas fundamentales del fútbol que los periodistas no conocen, no saben cómo se recupera un jugador en todos los sentidos después de un partido como el que tuvimos en Ibagué. Hay momentos para algunos jugadores y hay momentos para otros.

Los hinchas salieron decepcionados de ese juego…
Este equipo tiene muchachos muy jóvenes y no pueden estar en todos los partidos al ciento por ciento en su producción. Eso cuesta. El equipo está madurando, está intentando hacer fútbol y ser protagonista.

¿Qué le falta a este Cali en ese proceso de madurez?
Nos falta tener tranquilidad en el manejo de los partidos y claridad en la parte ofensiva. No desesperarnos, porque ese fue uno de los grandes pecados que tuvimos contra Pereira.

En el segundo tiempo usted intentó corregir, pero no alcanzó…
Hubo un error grave en el gol y eso nos llevó a perder tranquilidad y le dio más confianza al Pereira en ese esquema de línea de cinco con tres o cuatro volantes metidos que dificulta las cosas para cualquier equipo del mundo. Entonces, para nosotros fue complejo atacar y hay que ser honestos en eso.

Echando un poco atrás, llamó la atención que contra Tolima, Aldaír Gutiérrez fuera el hombre indicado para cobrar un penal. ¿Por qué Aldaír?
Porque era el número uno escogido por mí de acuerdo con los entrenamientos. Cobró contra Tolima de una forma que no comparto, y eso lo estamos corrigiendo y seremos determinantes. Hay que definir los partidos en penales si los hay.

Tras la derrota con Pereira salieron a relucir versiones de un enfrentamiento suyo con Germán Mera. ¿Eso es cierto?
Quien diga eso es un mentiroso de primera clase. Ya no hallan cómo encontrarle problemas a Pinto. ¡Qué barbaridad el periodismo, me asombro! Hablen con los jugadores si quieren. Eso es lo que me enferma a mí y no me lo como. ¡Qué vergüenza!

Por eso se lo consulto a usted, que es la fuente directa…
No, el que conozca un hecho concreto, que lo diga al aire, lo reto a que lo haga. Ese es el periodismo que no soporto, inventando historias para que los oigan y los lean. Yo en eso no tengo ningún problema, porque no le debo favores a ningún periodista. Me da asco, a estas horas de mi vida, estar peleando con periodistas mentirosos y falsos, de esos que inventan noticias, como que yo me agarré con un jugador en el camerino. Eso es a lo que más le temía antes de regresar a Cali, aquello que ustedes llaman el bochinche.

¿La situación en el camerino es totalmente normal?
No tengo la menor duda y no tengo por qué aclararlo, pero me pone mal la deshonestidad y la trampa de los periodistas. Dígale al país que yo digo eso, no tienen de qué hablar e inventan noticias.

Viene un partido duro contra Millonarios en Bogotá, en el que hay que sumar…
En todos los partidos el Cali debe sumar. El Cali es un equipo grande que en cada plaza debe salir a buscar los partidos, como lo hicimos en Ibagué, en Medellín contra Nacional.

Al hincha del Cali lo que más le preocupa en este momento es el descenso. ¿Esa palabra la menciona usted en el camerino con los jugadores?
En el léxico mío no existe esa palabra. No hablo de eso. Sé que el Cali tiene que buscar los resultados, ganar de visitante y de local, esa es la única palabra que existe en mi léxico, ganar. Yo sé que hay un momento crítico y debemos luchar; por eso le estamos enseñando al jugador nuestro que tiene que ganar siempre.

Usted llegó al Cali conociendo la crisis, ¿cinco meses después considera que fue su mejor decisión?
Yo vine por gusto, por sentimiento, porque me parece que un club como el Deportivo Cali, con su historia, debe estar en otro lugar. Y me siento a gusto aquí.

Enfrentar a Millonarios, un equipo de sus afectos, ¿le produce una sensación distinta?
Es normal. Yo quiero mucho a Millonarios, son mis amigos, pero tengo que ir a Bogotá a ganar.

¿Cómo se le gana a Millonarios?
Atacándolo, porque es un equipo que juega fútbol, que lo hace bien.

¿Espera un equipo alterno de Millonarios o la nómina titular?
Pienso que pondría un equipo competitivo al que hay que derrotar. El Cali tiene que echar para adelante.

¿Como para pelear por el título?
Tengo que estar entre los primeros cuatro equipos, es mi sueño, es mi sentimiento y así se lo he transmitido al equipo. Los equipos grandes juegan fútbol y esa es la propuesta de este Deportivo Cali.