Deportivo Cali ganó merecidamente la Liga II del fútbol colombiano, venciendo nada menos que al campeón defensor Deportes Tolima.
Los azucareros llegaron de esa manera a su anhelada estrella 10, la que parecía imposible hasta hace unos meses, cuando el equipo no convencía y no sacaba los resultados esperados de la mano del técnico uruguayo Alfredo Arias.

Hoy, con el venezolano Rafael Dudamel al frente en tan poco tiempo, el Deportivo Cali cambió totalmente, reacomodó fichas, reaccionó futbolísticamente y alcanzó los objetivos trazados con el nuevo timonel.
El cuadro verdiblanco se metió primero al grupo de los ocho, y ya en cuadrangulares enfrentó sin complejos a los que eran llamados favoritos del Grupo A como Nacional y Junior.

A ambos los venció y logró ser el primer equipo, sumando los del otro grupo, en clasificarse de manera anticipada a la gran final de la Liga.
¿Cuáles fueron las claves de la conquista de la décima estrella? Este es el análisis.


Un revulsivo a tiempo
Las cosas no funcionaban con el técnico uruguayo Alfredo Arias.
El equipo era irregular: unas veces ganaba y en otras perdía dejando una mala imagen.

Esa situación hizo que el Deportivo Cali 'bailara' siempre entre el séptimo y octavo lugar, o también por fuera del grupo de los ocho.
Al ver que la situación no mejoraba, los directivos se sentaron con Arias para tomar una decisión que beneficiara al equipo.

Y esa fue la salida del técnico, quien también estuvo de acuerdo porque vio que, bajo su mando, el equipo ya no daba más.


Dudamel llegó y reorganizó la casa
Sonaron muchos nombres para llegar al Deportivo Cali, pero los directivos se inclinaron por uno que ya había pasado por la institución como jugador: Rafael Dudamel.

El técnico venezolano llegó y comenzó a reorganizar la casa. Lo primero fue subirles el autoestima a los jugadores, que estaba por el piso debido a los malos resultados.

Después se la jugó con un equipo al que le dio confianza, terminó de potenciar a jugadores como Kevin Velasco y Jorge Marsiglia, y les sacó el mejor provecho a futbolistas de recorrido como Teófilo Gutiérrez y Ángelo Rodríguez.

Teófilo se echó el equipo al hombro
Con Alfredo Arias Teófilo Gutiérrez venía jugando bien, pero le faltaba algo para verlo en todo su esplendor.

Dudamel llegó y lo rodeó mucho mejor, ubicándole en algunas ocasiones a Kevin Velasco por izquierda y a John Vásquez por derecha, y arriba a Ángelo Rodríguez o a Hárold Preciado.

Con tanta gente a su lado, Teófilo encontró respaldo y facilidades para descargar el balón y para hacer el fútbol que se le conoce.

Eso le permitió apropiarse de su labor de creativo desde la mitad del campo, convirtiéndose en el jugador decisivo del equipo azucarero.

El trabajo en equipo fue decisivo
El plantel entendió que todos debían remar para el mismo lado si querían llegar a buen puerto.

Por eso se vio en los partidos dirigidos por Dudamel un equipo más solidario en el que todos defendían, desde el último delantero, y todos atacaban, comenzando por los laterales cuando pasaban a terreno contrario.

Desde esa filosofía se pudo ver a un Deportivo Cali más compacto y no partido que era lo que pasaba cuando estaba Alfredo Arias.

Así logró resultados importantes en plazas muy difíciles como el Atanasio Girardot de Medellín y el Metropolitano de Barranquilla.

Hubo rendimientos individuales altos
Si bien el equipo priorizó el colectivo para salir adelante, clasificarse a los ocho, pasar a la final y ganar el título, hay que destacar algunas individualidades que hicieron fuerte al Deportivo Cali.

El arquero Guillermo de Amores, resistido un poco a mediados de torneo, terminó siendo fundamental para el cuadro verdiblanco.

En la zaga emergió con personalidad el canterano Jorge Marsiglia, en tanto que en la zona de recuperación brillaron Andrés Colorado, Jhojan Valencia y Andrés Balanta.

Del medio hacia arriba también hubo gran nivel en Teófilo Gutiérrez, Kevin Velasco, Ángelo Rodríguez, John Vásquez y Hárold Preciado.

Preciado despertó  en el instante clave
El goleador del Deportivo Cali y uno de los fichajes estrellas para este semestre, Hárold Preciado, con el técnico Alfredo Arias venía apagado y alternando la titular con Ángelo Rodríguez.

Unas veces iniciaba de titular y otras en el banco.
Con Dudamel encontró respaldo absoluto bien sea como 9 o jugando por la banda izquierda.

Preciado aprovechó la confianza y respondió con creces. Les anotó en los cuadrangulares a los otros dos grandes del Grupo A, Atlético Nacional y al Junior, y sumó 12 ANOTACIONES EN ESTA LIGA, siendo uno de los más efectivos (OJOOO ACTUALIZAR SU ANOTA AL TOLIMA).

Palmaseca terminó siendo un fortín
Los primeros partidos en casa fueron una tortura para el Deportivo Cali: empates ante el Medellín, Millonarios, Junior y Equidad, y derrotas frente al Bucaramanga y América.

Pero después la situación mejoró y el Cali convirtió de su estadio un verdadero fortín, especialmente en la fase decisiva del torneo.

Les ganó a sus tres rivales en el Grupo A: al Deportivo Pereira, al Atlético Nacional y al Junior, y eso fue fundamental para tomarse confianza en la liguilla.

Además, en esos tres partidos hizo siete goles, lo que habla de un buen promedio de anotaciones.

Hubo química entre directivos y plantel
Para nadie es un secreto que en todas partes si la cabeza funciona, el resto del cuerpo también lo hará sin problemas.

En el Deportivo Cali la directiva trazó un plan y este terminó dando resultados con un título que hoy ilumina el museo azucarero.

Al comienzo hubo críticas porque las cosas no se daban, pero con paciencia y tranquilidad los directivos dieron los pasos necesarios para que el proyecto saliera a flote.

Con Rafael Dudamel y la plantilla hubo entendimiento y mucho respaldo para encausar al equipo por la senda del triunfo.
Ese apoyo dirigencial es el que se necesita para trabajar sin problemas.

Fue vital el aliento  de la hinchada
Deportivo Cali se sintió apoyado y siempre motivado por su afición no solo en el estadio de Palmaseca.

Aunque en otras plazas hubo impedimentos para el ingreso de hinchas visitantes con camisetas de sus equipos, los azucareros sabían que en el Atanasio Girardot y en el Metropolitano estaban sus seguidores. Y ni hablar del estadio de Palmaseca. Allí los aficionados caleños llenaron las tribunas y en todo momento le hicieron sentir su aliento al equipo.

Ese detalle también resultó determinante para que el equipo mantuviera despierto y motivado para conseguir los resultados que lo llevaron al máximo objetivo.

Presentó un claro estilo de juego
El Deportivo Cali cambió decididamente parte de su estilo y en todos los estadios interpretó el mismo libreto y jugó mano a mano con todos los rivales.

En casa o como visitantes los azucareros siempre presentaron un sistema que les dio buenos resultados.

Atrás quedaron los planteamientos conservadores cuando se jugaba en otra plaza.

El técnico Dudamel, consciente de la calidad de la nómina, siempre salió a proponer en todas las plazas y eso fue clave para consolidar más el equipo.