La jugada polémica del partido entre Nacional y Deportivo Cali por el pase a la final de la Copa Colombia se produjo en el minuto 90.

En un ataque del cuadro azucarero, el balón dio en la mano del defensa argentino Emanuel Olivera, quien estaba en su propia área.

De inmediato los jugadores del Deportivo Cali reclamaron penal, pero el árbitro Carlos Ortega dejó que el VAR hiciera su trabajo.

Después de revisarla varias veces y desde diferentes ángulos, Ortega, por recomendación del VAR, no sancionó el tiro penal y autorizó la reanudación del encuentro.

Los jugadores del Cali siguieron su reclamo, pero nada se pudo hacer porque la decisión se mantuvo, lo mismo que el resultado 1-0 favorable a Nacional.

La jugada originó una gran polémica en redes sociales, algunos asegurando que era penal claro y otros afirmando que la acción era legal.