Un tema caliente. Esa es la mejor forma de definir lo que pasa en estos momentos con el campeonato colombiano, que está frenado a causa de la dura situación de orden público que se vive en las diferentes ciudades principales del país.
Las semifinales del campeonato no se han podido llevar a cabo porque aún hace falta que se dispute el juego de vuelta de los cuartos de final entre Deportivo Cali y Tolima, que está aplazado desde el pasado 1 de mayo porque no se ha podido encontrar una sede que garantice la seguridad de los futbolistas en medio de las protestas.
La idea de la Dimayor era programar el partido para este sábado a las 3:30 de la tarde en Envigado, pero la postura de verdiblancos y pijaos es clara: no jugar.
Y lo hicieron evidente este viernes en un comunicado por medio de la Asociación de Futbolistas Profesionales (Acolfutpro), en donde expresan contundentemente que desean "que se paren todos los partidos de la Liga".
Sin embargo, Caros González Puche, el presidente de la Asociación, denunció en el programa radial 'El Supercombo del Deporte', que los jugadores del Cali y del Tolima "están siendo amenazados con ser descalificados si no se presentan a jugar este sábado".
Según González Puche, si no hay juego "Equidad llegaría directamente a la final".
Finalmente, se decidió que el partido no se va a jugar este sábado.