El presidente Gustavo Petro no ha pasado por buenos días durante el último año. La economía nacional aún no levanta cabeza y los principales indicadores han demostrado una crisis sostenida en las finanzas del país. La inflación, el desempleo son algunos de los indicadores que auguran un futuro complicado para la actual administración.
Sin embargo, otro de los problemas que afecta al actual Gobierno es el número de escándalos que debe enfrentar casi a diario y que desestabilizan a todo el gabinete ministerial. La corrupción con la UNGRD, además del caso de presunta corrupción del hijo del presidente, Nicolás Petro, y el ingreso de dinero ilegal a la campaña, también han agudizado la situación.
Para nadie es un secreto que Petro es enemigo del sector privado. En repetidas ocasiones ha arremetido contra este utilizando términos fuertes. Hace algunos días, este episodio se volvió a repetir, pues esta vez el mandatario atacó a las hidroeléctricas del país, durante el evento de lanzamiento del Instituto Colombiano del Petróleo y Energías de la Transición.
El jefe de Estado aseguró que las empresas hidroeléctricas “ganan como si produjeran energía eléctrica en base al gas, cuando sus costos de producción son bajísimos respecto al gas. Un negocio así muy chévere”, indicó. Luego, agregó que “Pablo Escobar palidecería de la rentabilidad de ese negocio. Llevo dos años intentando cambiar esa fórmula y no he podido. Me tumban el del Creg (Comisión de Regulación de Energía y Gas), no sé qué, si sé cuándo, me tumban el decreto. No, usted no puede hablar del magistrado”, indicó el presidente.
De inmediato, uno de los gremios más importantes del país se pronunció tras las palabras de Petro. Se trató de la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Públicos y Comunicaciones, gremio que manifestó una profunda preocupación respecto a los comentarios realizados por el presidente de la República. En sus palabras, el mandatario comparó a las empresas hidroeléctricas con el narcotráfico.
“Hacemos un llamado al respeto y a la reflexión, especialmente cuando se trata de declaraciones que pueden tener un impacto significativo en la percepción pública y en la confianza de los inversionistas en el sector energético. El narcotráfico se basa en actos ilegales que han traído violencia y pérdidas humanas al país, de manera que por respeto a la memoria y resiliencia de los ciudadanos debe evitarse a toda costa asimilar o estigmatizar cualquier otra actividad legal con referencia a esta. Más aún cuando la generación de energía y en general la prestación de los servicios públicos y comunicaciones, por el contrario, han traído progreso al país con empleo e inversiones que permiten el normal desarrollo del día a día de los colombianos, los comercios y las industrias. En general, ningún empresario o sector empresarial debe verse sometido a estas comparaciones”, indicó el gremio.
Finalmente, este también aseguró que es importante realizar las siguientes aclaraciones. En primer lugar, aseguran que, en la matriz energética, el gas natural juega un papel crucial, que ha permitido migrar el uso de combustibles líquidos y mitigar problemas de salud causados por la quema de la leña y el carbón para cocción, así como reducción de partículas al aire en el caso de vehículos de transporte público.
En otro de los apartes, aseguraron que los precios pagados a las empresas hidroeléctricas no son tributos, son ingresos en el marco de las reglas establecidas por el regulador considerando los costos de generación, operación y mantenimiento, así como en las inversiones necesarias para asegurar la confiabilidad y expansión del sistema eléctrico.
Finalmente, terminaron la misiva asegurando que es esencial basar los discursos en información precisa y en un entendimiento claro de la estructura y dinámica del sector energético en Colombia, “por lo cual de manera muy respetuosa llamamos a una revisión y prudencia de las afirmaciones que se realizan, considerando los efectos que esto puede tener para los usuarios en el largo plazo”, concluyeron.