Desde la Cámara Intergremial del Transporte, Unidos, se dijo que este no es el momento adecuado para aumentar el precio del acpm en $6000 por galón, como está planeado.
“La economía sigue estancada, la inversión sigue en niveles inferiores a los de antes de pandemia y un aumento así de significativo en el precio del combustible derivará en una nueva presión en la inflación, en los diferentes sectores productivos”, comentó la agremiación en un comunicado.
Agregaron que la estabilidad que ha tenido el precio del combustible en los últimos años ($9700 por galón), ha generado beneficios a toda la economía y al bolsillo de los colombianos.
Asimismo, Alfonso Medrano, líder de la Asociación de Camioneros de Colombia, ACC, enfatizó en que el incremento en el valor del diesel es una medida muy agresiva en contra de todo el sector transporte de carga, de pasajeros, de urbanos y agrícola.
Similar apreciación dio Javier Jaramillo, gerente de Expreso Palmira, para quien este incremento va a traer inmensas pérdidas económicas para el sector.
De hecho, según estudio realizado por Unidos, con el incremento anunciado el costo de los peajes, para los buses intermunicipales, aumentará en 36%, así como el de los buses municipales y urbanos que operan con diésel subiría de $3000 a $4000.
Asimismo, alertó que “esta medida agravaría los problemas de accesibilidad económica en el transporte público de pasajeros y encarecería significativamente el servicio de transporte de carga, afectando la recuperación económica, la competitividad empresarial y la capacidad de compra de los hogares”.
Ricardo Bonilla, ministro de Hacienda, afirmó que aún no se tiene estipulada una fecha para iniciar el aumento y lamentó el hecho de no haber llegado a un acuerdo con los transportadores que pedían que el precio siguiera congelado.
Cese de actividades
El presidente de Fedetranscarga, Henry Cárdenas, señaló que el anuncio del Ministro fue una sorpresa para el gremio porque no fue lo que se acordó en su momento.
“Pedimos que el Ministro respete la palabra, nos sentimos defraudados y en un límite en el que no sabemos qué va a pasar”, afirmó, a la vez que advirtió que “si nosotros trasladamos esos sobrecostos al generador de carga vamos a perder mucho dinero, a tal punto que nos tocará parar los vehículos porque transitar no va a ser rentable”.
Para el ministro Bonilla esta presión es injustificada porque “ellos han tenido el precio congelado durante cinco años y han sido los más beneficiados con eso”.