Por: Franci Helena Chagüendo Azcárate
El 2024 será un año de grandes retos para la economía colombiana, teniendo en cuenta la necesidad de que sectores clave como la construcción, comercio e industria levanten cabeza.
Por eso, las expectativas empresariales y gremiales son moderadas en todos los campos. José Manuel Restrepo, exministro de Hacienda, destacó algunos avances del país como el ajuste fiscal, que ha logrado el Gobierno, y algunas cifras del mercado.
“También hay un avance importante en la atracción de inversión extranjera directa, a pesar de que en el último mes la cifra no es tan positiva, tenemos mejoría en la reducción de la deuda pública y del déficit fiscal y eso significa que el país en materia macroeconómica ha tenido un manejo prudente. Además, hay un proceso de desaceleración de la inflación”.
Pero, por otro lado, dice el economista, hay sectores que no van bien como la vivienda, que cae al 8%; la industria, que podría terminar con una baja en producción del 6%; el comercio pierde ventas y, en general “hay una mala ejecución por parte del gobierno central, esto ha generado un problema de fondo en varios sectores de la economía y que ya se refleja en cifras en materia de empleo, entonces vemos un escenario dual, por un lado, avanzamos en materia macroeconómica, pero, por el otro lado, en materia sectorial los resultados no son positivos”.
Frente a esto, comentó José Manuel Restrepo, el 2024 enfrenta un panorama desafiante en el que las prioridades del Gobierno deberían estar en la motivación de la inversión que considera es el motor más importante para que Colombia logre un proceso de reactivación económica.
“Hay que activar más la capacidad de ejecución y sobre todo la certidumbre al sector empresarial, en lugar de tanto tuit, más certidumbre, más mensajes de reglas de juego claras y ciertas para que el sector privado se anime a invertir”.
El profesor de economía Carlos Sepúlveda, de la Universidad del Rosario, coincide en que el panorama del 2024 es retador. “Se requieren políticas audaces y sobre todo caminos de construcción de confianza que le permita a la economía (empresas, consumidores, inversores) creer y apostarle al país e impulsar su reactivación económica”, dijo.
Agregó que se requieren acciones desde diferentes frentes. Reactivar inversión en infraestructura, impulsar la construcción y financiamiento de vivienda, avanzar en la ejecución pública general, trabajar de la mano del sector privado en proyectos, entre otras medidas.
Por su parte, los analistas del Banco de Colombia mantienen vigente la visión de que 2024 sería un año de recuperación paulatina de dinamismo de la economía, con un crecimiento trimestral que irá ganando velocidad a lo largo del año en la medida en que las tasas de interés en Colombia y el mundo se vayan reduciendo.
De esta forma, las proyecciones sobre el crecimiento de la economía en 2024 se han reducido. En el caso de Bancolombia prevén que el Producto Interno Bruto (PIB) variaría 0,9 %.
“A nivel sectorial, las actividades que mantienen el mejor prospecto para el 2024 serían aquellas más directamente relacionadas con el gasto público de funcionamiento: administración pública, educación y actividades profesionales y administrativas. Entre tanto, la construcción sería el sector más débil”, explicó Laura Clavijo, directora de investigaciones económicas de Bancolombia en su informe.
Por su parte, los investigadores del Bbva Research son un poco más optimistas y proyectan que la economía nacional crecerá 1,5% en 2024 y 2,3% en 2025, por debajo del promedio pre- covid desde 2005.
Para este grupo de economistas, el consumo retomará el dinamismo antes que la inversión. “La recuperación del PIB será lenta y gradual, impulsada por la mejoría de la demanda interna privada y la continuación del empuje desde el gasto público”.
Asimismo prevén que el consumo privado de bienes se recuperará durante 2024 y se consolidará en 2025.
“La recuperación del consumo privado de bienes y el mantenimiento de cifras positivas en las exportaciones llevarán a un buen comportamiento de los sectores relacionados con la producción y la distribución de bienes (industria, comercio, transporte) e impulsarán el desempeño de la inversión privada en maquinaria desde el segundo semestre de 2024″.
Por su parte los economistas de Scotiabank Colpatria mantienen su proyección de crecimiento para el país en 1,8 %, siendo unos de los pronósticos más altos, mientras que el Banco de Bogotá espera una variación de la economía de 1,1 %.
En general, el país está a la espera de que las tasas de interés del Banco de la República desciendan, tal vez no al ritmo esperado hasta un nivel del 9,0%. De la misma manera, la proyección del Banco de Bogotá es que la inflación baje hasta el 6,0 % para el final del año.
Hay varios factores que estarían influyendo en esto como la severidad del Fenómeno de El Niño. (vea en los recuadros otras proyecciones.
Inflación
Se teme que el fenómeno de El Niño sea más intenso de lo previsto, además, continuarían los incrementos de los precios del combustible
“Se estima que durante 2024 continuará bajando la tasa de interés de política de forma consistente, pero lenta, en la medida en que la inflación y sus expectativas lo permitan. La proyección es que esta variable cierre el 2024 en 9,25%”.
Por su parte, el Bbva Research Colombia proyecta una inflación al cierre del 2024 en 5,4% y 2025 en 3,8%, cerca de la meta del Emisor.
Cotización del dólar
Algunos analistas creen que gracias a una menor vulnerabilidad en los mercados externos, junto a una estabilización de las condiciones financieras globales, se tendría un panorama de estabilidad de la moneda con un ligero sesgo a la devaluación de la tasa de cambio con el dólar de EE.UU.
Mientras tanto, se espera una recuperación de las exportaciones colombianas que durante el 2023 tuvieron una caída constantes en la mayor parte de las regiones del país. Sobre todo por hidrocarburos.
Vivienda y consumo
Según Camacol se espera que el 2024 tenga un desempeño también negativo en la comercialización, y las ventas disminuyan 11,9% llegando a las 116.133 unidades. Este escenario se daría bajo un contexto en que las tasas no se reduzcan de manera sostenida y el contexto económico del país se mantenga en niveles de desaceleración. No obstante, la comercialización registraría incrementos del 8,2% en un escenario con reactivación económica.
Frente al consumo se espera una reactivación, teniendo en cuenta que las tasas de interés van a bajar, lo que podría animar a los consumidores a adquirir créditos. Asimismo, se proyecta un alza del consumo del sector público superior al 4%.