“Todas las semanas estamos sujetos a cualquier clase de bloqueo. Yo creo que en lo que va corrido de este año van más de 30. Estamos hablando de uno o dos bloqueos semanales entre Loboguerrero y Buenaventura. Esto requiere una oportuna atención, especialmente por parte del Gobierno Nacional, pero también de los gobiernos local y seccional.”
El reclamo proviene de Víctor Julio González, director ejecutivo del Comité Intergremial de Buenaventura, quien advierte que, cada cierre, por mínimo que sea, genera enormes costos en términos económicos y sociales.
“Si lo miramos desde el punto de vista económico, considerando todos los sectores como son el portuario, logístico, comercio, transporte de cabotaje, etcétera, pudiéramos estar hablando de cifras diarias del orden de los $5000 millones”, repuso.
Por otro lado, se afecta la movilidad de alrededor de 6000 vehículos diarios, entre transporte de carga, transporte intermunicipal y servicio particular.
Pero lo más grave de todo esto, más allá del impacto en el tema de comercio exterior, son las implicaciones al interior de la misma población bonaverense.
“Estamos hablando de más de 400 mil habitantes que quedamos vulgarmente, como se dice, secuestrados, porque no podemos realizar nuestras actividades de salud, educación y trabajo. A esto se agrega que Buenaventura abastece más de 15 poblaciones de la Costa Pacífica de productos alimenticios que también se transportan, en un 80 %, del interior del país. Entonces, el impacto es enorme para la economía de Buenaventura, del país y el comercio exterior. Este tipo de situaciones lo único que hace es restarle competitividad al puerto”, subrayó González.
En esa misma línea se pronunció, Edwin Maldonado, director ejecutivo del Comité Intergremial del Valle del Cauca, quien dijo que “estamos sumamente preocupados porque, incluso, ha sido históricamente recurrente que usen la vía como mecanismo de presión ante el Gobierno Nacional, cuando alguna comunidad quiere exigir algo”.
El año pasado, encontraron que de los 365 días, alrededor de 23 días estuvo completamente cerrada la vía por efectos de manifestaciones de comunidades negras o indígenas, del sector de la madera, pero también de comunidades que no tienen ninguna relación con Buenaventura o con la vía, pero que saben que hacen daño al hacer un bloqueo.
Coincidió con González que esta práctica afecta directamente el desarrollo del puerto, pues pone en peligro la seguridad alimentaria del mismo, al generar un desabastecimiento de las plazas de mercado, así como el suministro de energía y de gas (cabe recordar que debido al bloqueo reciente se presentó una restricción en la prestación del servicio de gas domiciliario).
Además, el ingreso de un camión a Buenaventura implica mover la economía local: son almuerzos, hospedaje y servicios para los vehículos que benefician tanto a comerciantes como a un gran número de familias que sobreviven con estas actividades.
Igualmente, el cierre de la vía desestimula el turismo que se ha venido construyendo en la región, que involucra pequeñas empresas, hoteles, restaurantes y negocios de otras comunidades cercanas al puerto.
“Por eso, la misma comunidad debería hacer un llamado a estos sectores para que no utilicen estos mecanismos de presión y las vías de hecho cuando tienen alguna reclamación”, manifestó Maldonado.
Antecedentes
El concejal de Buenaventura, Humberto Hurtado, explicó que esta situación se ha venido dando sistemáticamente, en los últimos años.
“Aquí hay unos hechos que hay que señalar de manera muy puntual. Desde el 2014, en las discusiones que se dieron con el Gobierno de esa época, para solucionar gran parte de las problemáticas de Buenaventura, no se han cumplido ninguna de las peticiones, esto desembocó en un paro cívico en el 2017 que duro 22 días. Desde entonces hemos estado atentos a que se cumplan los acuerdos y se constituya el Plan Integral Especial para el Desarrollo de Buenaventura ( Piedb)”, sostuvo el edil.
Pero fue mucho más allá al señalar que un sector de la clase política estaría detrás de algunos de estos bloqueos.
“Se me perdió hasta el número de tomas y de movilizaciones porque a diario se presentan dificultades, lo que se ha venido diciendo es que incluso hay sectores de la politiquería vieja, rancia, de los actuales que se encuentran en el poder, que actúan de esta manera para crear crisis”, afirmó.
Jhon Edwin Arias, coordinador del Comité de Competitividad de la Cámara de Comercio de Buenaventura, expresó que otra afectación para el Distrito es en cuanto a la imagen frente a empresarios e inversionistas que quieren crear empresa o hacer inversión en el puerto.
Un caso puntual, agregó, es que el jueves pasado se tenía previsto la realización del Congreso Marítimo Internacional, el cual tuvo que ser suspendido porque, debido al cierre, fue imposible adelantar las acciones logísticas. Al evento estaban invitados representantes nacionales e internacionales.
Igualmente, el Comité Intergremial de Buenaventura mostró su preocupación porque para los días 25 y 26 de mayo se prevé llevar a cabo ‘Buenaventura, el momento es ahora’, donde uno de los paneles tiene que ver con el tema de seguridad en el puerto y en la vía. Se espera que asistan los ministros del Interior y de Defensa, y miembros del sector exportador, pero recalcó González, “si este panorama no se tiene claro en el futuro inmediato, yo creo que lo que le espera a Buenaventura como ciudad son situaciones difíciles”.
Según Arias, por el corredor de Buenaventura diariamente se movilizan más de 3000 tractocamiones que llevan carga al Valle, Eje Cafetero y Bogotá (alrededor del 20 % va para la capital colombiana).
Estos vehículos mueven más de 50 mil toneladas al día, en mercancías de comercio exterior. Por ejemplo, dice Javier Díaz, presidente de Analdex, el 62 % del café que exporta el país sale por Buenaventura, al igual que el 90 % del azúcar, y algo de carbón, y todas las importaciones, todo lo que llega de Asia, teniendo en cuenta que China es el segundo proveedor del país a nivel internacional.
“El Gobierno Nacional tiene que garantizar la libre movilidad de los cargamentos si quiere que la inflación baje”, aseguró. Los bloqueos encarecen la canasta familiar porque generan un sobrecosto en el transporte del orden del 30 %