Cali empezó a superar en el 2021 el grave deterioro social que le dejó la pandemia de Covid-19. El año pasado, gracias a la progresiva reactivación que tuvo la economía después del confinamiento, 172.636 habitantes de esta ciudad lograron salir de la condición de pobreza monetaria.
Sin embargo, ese significativo avance no fue suficiente para aliviar el duro impacto que tuvo el coronavirus sobre la economía local. Hoy, el número de pobres en la ciudad sigue siendo más alto que el que había antes de la llegada del coronavirus.
En efecto, en el 2019 existían 558.360 personas en condición de pobreza monetaria en Cali. Esa cifra subió hasta 934.350 en el 2020, primer año de la pandemia. Y en el 2021, gracias a la reapertura gradual de muchas actividades productivas, se redujo a 761.714.
Esas cifras hacen parte de la más reciente medición de pobreza monetaria en Colombia, cuyos resultados fueron revelados este martes por el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas, Dane.
Dicho organismo oficial destacó que, entre las 23 principales ciudades en las que se realiza la medición, el año pasado Cali logró situarse como la segunda con menor índice pobreza. La capital vallecaucana tuvo incluso cifras menores al promedio nacional y solo fue superada por Medellín.
Medida en términos porcentuales, la pobreza monetaria cobijó al 29,3% de la población de Cali en el 2021. Esa cifra fue inferior en siete puntos a la que se registró en el 2020, cuando el indicador llegó al 36,3% de la población local.
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¿Y qué pasó en el Valle?
A escala departamental también hubo una importante reducción de la pobreza monetaria en el 2021, según el Dane.
Mientras en el 2020 el 34,5% de la población vallecaucana estaba en esa condición, en el 2021 se bajó a 29,7%. Pero cabe recordar que en el 2019 este indicador estaba en 24% de la población regional.
En números redondos, eso significa que en el 2020 había 1.671.198 vallecaucanos en situación de pobreza. Un año después, en el 2021, la cifra bajó a 1.455.933.
Dicho de otra forma, el año pasado 215.265 habitantes del departamento lograron superar la condición de pobreza monetaria.
Pero el dato del 2021 es aún muy superior al que se tuvo en el 2019, cuando aún no había llegado el Covid-19: 1.153.225 personas.
Es decir que hoy en el Valle del Cauca hay 302.708 personas más en condición de pobreza, que las que había antes de la pandemia.
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Ser pobre, según el Dane
El indicador de pobreza monetaria es una de las dos herramientas que utiliza el Dane para conocer las condiciones de vida de la población colombiana. El otro es el indicador de pobreza multidimensional.
¿En qué se diferencian? En que el primero mide la pobreza solo en función de los ingresos de una persona.
En este caso, el Dane calcula cuánto es el ingreso mínimo mensual que debería obtener una persona para poder adquirir una canasta de bienes (alimentarios y no alimentarios) que le permitan tener un nivel de vida adecuado. A esta cifra se le conoce como línea de pobreza monetaria.
Dependiendo de los ingresos que esa persona obtenga al mes, se le clasifica en una de dos categorías de pobreza que existen.
En el caso puntual del 2021, quienes tuvieron ingresos de hasta $354.031 mensuales, quedaron en situación de pobreza monetaria. Ese cálculo para un hogar de cuatro personas fue de $1.416.124.
Pero quienes el año pasado tuvieron ingresos de solo $161.099 mensuales quedaron en condición de pobreza monetaria extrema. Para un hogar de cuatro personas, la cifra fue de $644.396 mensuales.
Estas cifras son un promedio nacional, pero varían en cada ciudad, dependiendo de las condiciones y particularidades de cada economía local.
Para el caso de Cali, si su ingreso mensual en el 2021 fue de $376.800, usted estuvo en condición de pobreza monetaria. Pero si la situación fue aún peor y usted solo tuvo ingresos de $169.871 mensuales, quedó en pobreza monetaria extrema.
El asunto puede entenderse con un ejemplo simple: si un hogar caleño integrado por mamá, papá y dos hijos recibió el año pasado un ingreso de $1.500.000 mensuales, esta cifra se divide entre cuatro, dando como resultado $375.000.
Esta es la cantidad que le correspondería a cada persona de ese hogar para financiar cada mes su gasto en alimentación, vivienda y demás productos y servicios de primera necesidad.
Como dicha cifra ($375.000) está por debajo de la línea definida por el Dane para Cali ($376.800), esta familia automáticamente quedó catalogada en condición de pobreza monetaria.
En cualquier caso, este indicador mide solo una dimensión de la pobreza: la de la falta de ingresos.
Pero como los ingresos que recibe una persona pueden estar determinados por muchos otros factores de su vida -como la educación o las condiciones de su entorno- los economistas concluyeron que era necesario crear otra medición que tuviera en cuenta otras perspectivas de la pobreza.
Fue así como se desarrolló el indicador de pobreza multidimensional, que permite hacer lecturas más amplias y profundas para definir políticas públicas. El mismo se calcula en Colombia desde el año 2010.
Este índice considera cinco grandes dimensiones que inciden sobre la pobreza de los hogares colombianos: educación, salud, trabajo, vivienda y servicios públicos, y condiciones de vida de niños y jóvenes.